El Centro de Investigación para la Acción Femenina (CIPAF) presentó este miércoles los resultados de la primera “Encuesta Nacional de Agresiones Sexuales contra las Mujeres”, un estudio realizado con el apoyo de la Asociación Galega de Comunicación para o Cambio Social (AGARESO) que arrojó que un 18% de las mujeres consultadas ha sufrido algún tipo de agresión sexual.
Se trata de un estudio realizado con el fin de entender mejor la naturaleza y el alcance de la agresión sexual en la sociedad dominicana para poder identificar patrones y tendencias en su ocurrencia y evaluar la eficacia de las medidas de prevención y respuesta existentes.
Los resultados obtenidos indican un alto porcentaje entre las entrevistas que reconocen las acciones de agresiones sexuales contra las mujeres, en más del 90%, similares resultados se denotan en el análisis por grupos de edad, los mismos van de 81.7% entre las mayores de 51 años hasta 91.7% entre las de 31 a 50 años.
En el caso de los territorios levantados, por región de residencia, la metropolitana ostenta el mayor porcentaje con el 94.4% y el menor nivel de conocimiento se revela entre las de la región Este con 86.0%. Por zona de residencia se reflejan porcentajes similares entre la zona rural y urbana.
Otro aspecto importante se refiere al reconocimiento de acciones de agresión sexual entre las entrevistadas, donde se destacan la violación (91.1%), seguida de intento de violación (89.7%), y las de menor reconocimiento como sodomía e incesto 67.6% y 79.3% respectivamente, por grupos de edad siguen el mismo patrón de reconocimiento, al igual que por región y zona de residencia. Este análisis refleja una comprensión extendida de la seriedad de estas acciones y su clasificación como actos de violencia sexual entre las entrevistadas.
En términos de la percepción de las actitudes entre las entrevistadas hacia la aceptación de algunas acciones consideradas como agresiones sexuales contra la mujer, se evidencia a nivel general, que aproximadamente la mitad de las entrevistadas, un 46.5%, considera que los comportamientos asociados con la agresión sexual son muy extendidos.
Mientras que el 42.0% entre las entrevistadas considera que estos comportamientos están bastante extendidos, reflejando una notable preocupación a nivel general. Siguiendo un comportamiento similar por grupo de edad, región y zona de residencia.
Asimismo, los hallazgos clave también revelan que una proporción significativa de la población entrevistada tiene conocimiento directo o indirecto de casos de agresión sexual, lo que subraya la prevalencia y el impacto penetrante de este problema en nuestra sociedad.
La investigación detalla además cómo las experiencias de agresión varían según la edad, el género y el entorno, indicando la necesidad de enfoques de prevención y apoyo diferenciados y específicos para cada grupo afectado. Asimismo, se ha identificado una falta general de conocimientos y recursos adecuados para abordar y prevenir eficazmente la agresión sexual, lo que resalta las deficiencias en las políticas públicas y las estrategias de intervención actuales.
El investigador a cargo de la misma, Joel Arboleda, señaló que es de preocupación que 40% de las mujeres entrevistadas diga conocer alguna otra que ha sido víctima de agresión sexual. Esto indica que este fenómeno permanece oculto y socialmente normalizado.
Asimismo, Aricel Pérez, también investigadora, recalcó la relevancia de propiciar cambios a nivel cultural en lo referente al modo como se valoran las agresiones sexuales.
En el acto de presentación, Lorena Seijo, coordinadora de AGARESO inciso que desde las organizaciones sociales que apoyan al movimiento feminista dominicano se considera imprescindible la generación de conocimiento específico sobre las problemáticas que afectan a las mujeres.
“Dentro de esta convicción la realización de investigaciones que contribuyan a focalizar las problemáticas, a dimensionar su magnitud y a determinar cuáles son las causas son imprescindibles para poder avanzar y hacer incidencia social y política. La falta de información siempre es la excusa perfecta para no actuar, para infravalorar los problemas y para seguir repitiendo los errores. Nosotras pretendemos que cada vez haya menos excusas para no actuar política y socialmente”, comentó Seijo.