Aunque el parón de la industria dejó a varias producciones televisivas incompletas o con algunos capítulos de menos, la oferta de series no ha hecho más que aumentar. En especial en las plataformas que se han convertido en la primera gran opción para buen número de espectadores. Te contamos cuáles son las mejores series (hasta ahora) de este atípico 2020.
Lo hemos repetido hasta el cansancio: 2020 será recordado como el año que atestó un inesperado mazazo a la producción cinematográfica y de series.
Con fechas aplazadas, estrenos en el nada deseable limbo de la reprogramación y series emblemáticas con temporadas incompletas, el panorama puede ser desalentador para el fanático acérrimo. Aun así, la oferta televisiva ha logrado remontar con esfuerzos el parón y podemos enumerar varias producciones de formidable calidad, que engrosan la lista de lo mejor de los últimos meses con enorme dignidad:
Con su sofisticado aire de intriga corporativa, toques de suspense y ciencia ficción, la nueva producción a manos de Alex Garland resume lo mejor de su propuesta cinematográfica y profundiza en sus principales obsesiones. Desde la mecánica cuántica, hasta la posibilidad del libre albedrío y la inteligencia artificial, la serie es una mezcla brillante de los temores de una sociedad hipertecnificada y los riesgos de un mundo en el que la ética no está al nivel de la tecnología.
Basada en el libro del mismo nombre de Deborah Feldman, la historia de Esty (Shira Haas), y su lucha por liberarse de los hilos de una durísima y arcaica tradición judaica en la que nació, es una mirada sensible y meticulosa sobre un tema complejo. Este viaje de autoreconocimiento, redención y al final, la independencia moral y espiritual del personaje central es una reflexión sobre la moral y el conservadurismo como una forma de prejuicio.
Ruby Richardson (Merritt Wever) está hastiada de su vida como ama de casa suburbana. Su antiguo amante, Billy Jonhson (Domhnall Gleeson) perdió la motivación que le permite mantener la cordura. Entre ambos, hay un código secreto, un pacto adolescente y un futuro imprevisible.
La premisa de la serie de Vicky Jones producida por Phoebe Waller-Bridge, puede parecer sencilla, hasta que muestra sus verdaderos colores y se revela como un inquietante thriller de suspenso, en medio de la inofensiva apariencia de una comedia con momentos amargos. Toda una sorprendente osadía argumental.
Con su tono gamberro, grotesco y en ocasiones violento, la serie animada del mismo creador de la emblemática Community combina un formidable e irreverente argumento con dosis bien medidas de filosofía y existencialismo.
La mezcla explosiva crea quizás una de las más brillantes aproximaciones a la ciencia ficción como vehículo de crítica y burla, además de dejar para la historia una serie de momentos antológicos.
Atención al último capítulo de la cuarta y recién estrenada temporada: toda una vuelta de tuerca a la políticamente correcto de nuestra época.
Esta comedia corrosiva sobre la autocomplacencia y los dilemas morales de una sociedad banal es una mezcla entre lo mejor del debate ético al estilo Dead to me y The Good Place, con un toque de la mirada contemporánea sobre la indulgencia de un mundo tecnológicamente accesible.
A mitad de camino entre algunas líneas de debate que ya abrió Black Mirror y una comedia que intenta meditar acerca de nuestra concepción actual del bien, Upload puede parecer sencilla. Aunque en realidad es lo suficientemente compleja para dejar algunos mensajes incómodos en el camino.
¿Qué ocurre al combinar a la formidable Cate Blanchett con una de las brillantes historias de Dahvi Waller ( Mad Men y Halt and Catch Fire)? Sin duda, un prodigio de buen gusto y una extraña reflexión sobre la historia reciente estadounidense.
Mrs. America replantea la idea del discurso ultraconservador en contraposición del activismo reaccionario, encarnado en la batalla dialéctica entre la política Phyllis Schlafly (Blanchett) y la feminista Gloria Stenheim (Rose Byrne). Una poderosa mirada a la idea sobre la independencia moral y social, pero en especial a la forma en que nuestra cultura comprende la libertad.
Basado de manera libre en el podcast del mismo nombre de Trussell, utiliza una dinámica relativamente parecida a la Rick Andy Morty de Harmon para llevar a cabo un recorrido a través de los fundamentos filosóficos de todo tipo de creencias, posturas políticas y existencialistas, al ritmo frenético de un viaje interdimensional de consecuencias imprevisibles.
Con su atinada combinación de ciencia ficción y burla intelectual, la serie es también una mirada durísima sobre la naturaleza humana y sus debilidades, desde una inesperada sensibilidad.
Si extrañas el ritmo extravagante y metareferencial de Community o The Office, eres fan de las comedias con un humor corrosivo o solo buscas una opción que te desconcierte desde el primer capítulo, esta serie inclasificable es para ti.
Se trata de una especie de reinvención de la típica sitcom de situaciones estrafalarias con un trasfondo de humor negro, que además está llena de un formidable juego de hilos narrativos que te sorprenderá por tu inteligencia.Quizás, una futura serie de culto.
Una espléndida y por momentos grotesca sátira que reflexiona desde el escenario inverosímil de un extravagante accidente espacial, la ética, la convivencia y los límites de lo que se considera socialmente aceptable.
Con Hugh Laurie a la cabeza, este recorrido brillante por los dolores y pesares de la simple naturaleza del hombre en medio de situaciones que le sobrepasan, te sorprenderá por su juego de humor cínico y durísima versión sobre lo intelectual y lo venial.