David Bintz, de 69 años, y su hermano Robert Bintz, de 68, originarios de Green Bay, Wisconsin, Estados Unidos, han sido exonerados tras pasar casi 25 años en prisión por el asesinato de Sandra Lison en 1987. La clave para su liberación fue la nueva tecnología de genealogía genética, que permitió identificar al verdadero culpable.
El 4 de agosto de 1987, Sandra Lison desapareció del bar Good Times, donde trabajaba. Su cuerpo fue encontrado posteriormente en el Bosque Machickanee, a unos 48 kilómetros de distancia. La autopsia reveló que había sido estrangulada y agredida sexualmente.
A pesar de no existir pruebas físicas que los relacionaran con el crimen, David y Robert Bintz fueron condenados en 2000, basándose en una supuesta confesión de David. Sin embargo, en 2018, el Great North Innocence Project decidió reexaminar el caso. La investigación reveló que no había pruebas que conectaran a los hermanos con el asesinato.
La situación cambió en 2023, cuando el Investigative Genetic Genealogy Center (IGC) analizó el ADN de la escena del crimen. Se identificaron coincidencias que apuntaban a William Hendricks, un violador convicto que falleció en 2000. Un análisis del ADN exhumado de Hendricks confirmó su implicación en el crimen.
El 27 de septiembre, un juez anuló las condenas de los hermanos, destacando que "hoy, Sandra Lison encontrará paz". De acuerdo a la ley de Wisconsin, cada hermano recibirá una compensación máxima de 25,000 dólares por su condena injusta. James Mayer, abogado del caso, expresó que la ausencia de evidencia física siempre había indicado su inocencia.