En una tranquila aldea remota de Islandia, la paz fue interrumpida por la aparición inesperada de un oso polar merodeando cerca de una cabaña. El animal, considerado una amenaza, fue abatido a tiros por la policía después de que las autoridades concluyeran que no era posible reubicarlo.
Este incidente, que tuvo lugar en la región noroeste del país, es especialmente raro, ya que los osos polares no son nativos de Islandia. Sin embargo, ocasionalmente llegan a las costas islandesas flotando sobre témpanos de hielo desde Groenlandia.
El oso fue descubierto mientras hurgaba en la basura, justo afuera de una casa de verano, donde una mujer de edad avanzada se encontraba sola. Según el jefe de policía de Westfjords, Helgi Jensson, la mujer, al ver al animal tan cerca, se asustó y se encerró en el piso superior de la casa.
A través de un enlace satelital, logró comunicarse con su hija, quien se encontraba en Reykjavik (capital islandesa), y pidió ayuda. Luego de recibir la denuncia, la policía local decidió, en consulta con la Agencia de Medio Ambiente, que la mejor opción era abatir al oso debido al peligro que representaba para la mujer y otros residentes de la zona, quienes ya habían abandonado el área previamente, informó el medio británico The Guardian.