Cáncer de colon en América Latina: la detección temprana puede reducir más del 60% muertes

El cáncer colorrectal, con su alarmante prevalencia, se ha convertido en uno de los desafíos más urgentes para la salud pública en América Latina. Como el tercer tipo de cáncer más común en hombres y mujeres y la segunda causa de muerte relacionada con cáncer, sus cifras reflejan la magnitud del problema. Sin embargo, detrás de los números hay una realidad que exige acción inmediata: menos del 30 % de los casos en la región son diagnosticados en etapas tempranas, cuando las tasas de supervivencia pueden superar el 90 %.

El cáncer no es necesariamente mortal. Hay una palabra que cura: prevención. Una detección temprana y el inicio oportuno del tratamiento permiten que, en muchos casos, sea curable. Este escenario es aplicable al cáncer de colon y la ciencia avanza frente a los retos que presenta esta enfermedad.

El cáncer colorrectal, con su alarmante prevalencia, se ha convertido en uno de los desafíos más urgentes para la salud pública en América Latina. Como el tercer tipo de cáncer más común en hombres y mujeres y la segunda causa de muerte relacionada con cáncer, sus cifras reflejan la magnitud del problema. Sin embargo, detrás de los números hay una realidad que exige acción inmediata: menos del 30 % de los casos en la región son diagnosticados en etapas tempranas, cuando las tasas de supervivencia pueden superar el 90 %.

“El cáncer colorrectal refleja disparidades significativas en nuestra región, desde el acceso al diagnóstico hasta los tratamientos disponibles. Enfrentar este desafío requiere un esfuerzo colectivo e interdisciplinario. Estamos convencidos de que este intercambio de conocimientos y experiencias nos acerca a salvar vidas. Este es solo el comienzo; debemos mantener este esfuerzo colectivo para reducir la incidencia y mortalidad del cáncer colorrectal en nuestra región”, afirmó el doctor Luis Caro, presidente de la Fundación Gedyt, en la Primera Cumbre Interamericana de Cáncer de Colon, organizada por la Fundación Gedyt en el Centro Cultural de la Ciencia (C3) de Buenos Aires.

En diálogo con Infobae, el doctor Caro analizó los aspectos más sobresalientes que dejó la cumbre y la situación del cáncer de colon en el mundo y la región. “El cáncer de colon en general es la segunda causa de muerte en gran parte de la población mundial. Hoy en día, está siendo la tercera y cuarta causa gracias a los estudios de prevención que se están realizando. Es decir, la incidencia de pólipos y de factores que podrían derivar en cáncer de colon, sigue siendo la misma que siempre”, comenzó analizando

En este escenario, ¿qué es lo que cambió? “La realización de estudios preventivos ha permitido que, aunque la incidencia se mantenga, la mortalidad haya disminuido considerablemente”, apuntó.

“Por eso, —siguió el experto— lo que antes era la segunda causa de muerte ahora es la cuarta, y continúa descendiendo. En cuanto a la región, que es lo que nos interesa y el motivo de la reciente cumbre, enfrentamos una mortalidad elevada, con poca incidencia de políticas de Estado. Hay países como Uruguay, Estados Unidos y Canadá, que están muy dedicados a este tema. Con la unión de investigadores, gastroenterólogos y endoscopistas de América, la intención es generar vínculos con los países para consolidar proyectos que se convertirán en esta lucha en una política de Estado. Esto busca evitar manejos compulsivos que empiezan y abruptamente se cortan o se suspenden. Creo que América merece y necesita un enfoque sostenido. Tenemos todas las posibilidades para lograrlo. Lo único que hace falta es la decisión”.

La importancia de la vinculación y estimulación en la región

La Primera Cumbre Interamericana de Cáncer de Colon dejó mucha tela para cortar. “Fue la primera Cumbre Interamericana 360. Abarcó todo América, desde Canadá hasta el Sur. Además, estuvo auspiciada por la Sociedad Interamericana de Endoscopia Digestiva y la Fundación Gedit. El motivo principal fue iniciar, de alguna manera, la pesquisa en tiempo y forma, y trabajar con los diferentes Estados, para lograr una vinculación y estimulación de los gobiernos. Esto con el objetivo de generar un tamizaje, es decir, un programa de prevención del cáncer de colon, para identificarlo y abordarlo más temprano posible”, apuntó el doctor Caro.

Entre los puntos destacados, el principal fue educar, activar y generar docencia en los colegas que realizan colonoscopías. “A esto se lo llama “Champions”, que será la forma de indentificar el curso de entrenamiento de colonoscopías para la investigación de cáncer de colon”, refirió el experto.

Otro punto de relevancia fue la utilización de diferentes tecnologías en colonoscopías, especialmente tecnología de última generación. “Esto permitirá identificar pólipos, los más pequeños, así como aquellos que son planos que a menudo pasan desapercibidos”, agregó Caro.

De esta manera, se busca realizar una endoscopia de calidad. “Este fue el punto central: realizar endoscopías con calidad y seguridad. Uno de los últimos puntos de relevancia e importancia, al igual que en muchas otras áreas de la vida cotidiana, es el uso de la inteligencia artificial. Sin embargo, lo realmente importante de todo esto es la posibilidad de generar este tipo de colonoscopías”, sumó el experto.

Los avances incluyen, en primer lugar, las guías desarrolladas a nivel mundial y regional, especialmente en América, donde Estados Unidos lidera el proceso. La Sociedad Americana de Endoscopia Digestiva y el Colegio de Gastroenterología, ha publicado recientemente una nueva guía, la primera desde 2015, que introduce mayores exigencias respecto a los tiempos e indicadores necesarios para garantizar una colonoscopía adecuada.

El doctor Caro puntualizó que son importantes también aquellos indicadores que no son imprescindibles, pero si suman a una colonoscopía de calidad, como “realizar un procedimiento completo que abarque todo el colon, garantizar una limpieza colónica impecable para que no queden áreas sin visualizar y extirpar todos los pólipos detectados”, sostuvo.

Y sumó: “La llegada al ciego, la última parte del colon es importante. La otra parte importante es la correcta indicación del procedimiento, es decir, cuándo realizar una colonoscopía y en qué circunstancias, en que tiempos hay que citar nuevamente al paciente. Por eso se enfatizan los tiempos para programar una nueva colonoscopía o el seguimiento, conocidos como los intervalos para la segunda colonoscopía. Estos estándares buscan mejorar los resultados y asegurar que los procedimientos cumplan con los máximos criterios de calidad”.

El rol clave de la nutrición

Otro tema de relevancia en materia de cáncer de Colón, que también fue abordado en este cónclave regional, es la nutrición. “El régimen de higieno dietético debe incluir no solo una alimentación saludable, con componentes nutricionales de calidad que no afecten negativamente al intestino, sino también la práctica de ejercicio físico o actividad física en general, para evitar el sedentarismo”.

Caro deja un concepto potente, que tiene que ver con abordar este tipo de cáncer de forma integral. Es el concepto del 360, que fue reflejado en la cumbre, donde participaron desde nutricionistas hasta asistentes de endoscopía, gastroenterólogos, endoscopistas clínicos, cirujanos, oncólogos y genetistas. “Todo esto refleja la necesidad y la perspectiva de cada especialidad, aunque la enfermedad es una sola”, remarcó.

“Por lo tanto, necesitamos médicos que, desde cualquier especialidad, sepan cómo actuar y hacerlo bien. También son fundamentales los nutricionistas y asistentes en nutrición, que colaboran en garantizar la mejor alimentación para los pacientes, y, por supuesto, nuestros aliados clave que son los asistentes de endoscopía. Sin duda, todo el sistema de salud debe estar preparado para sostener este esfuerzo”, agregó.

Conclusiones de la cumbre

La Primera Cumbre Interamericana de Cáncer de Colon reunió el pasado 14 de noviembre a expertos de talla mundial para trazar un camino hacia la reducción de la incidencia y mortalidad del cáncer colorrectal, entre otros objetivos. El evento reunió a profesionales destacados de la salud, como gastroenterólogos, oncólogos e investigadores, así como divulgadores y líderes de opinión. Las actividades incluyeron conferencias magistrales, paneles de discusión y sesiones prácticas, que promovieron la implementación de diagnósticos tempranos, tratamientos avanzados y políticas públicas de prevención.

Entre las principales conclusiones se destacó la relevancia de los programas de detección temprana, capaces de reducir la mortalidad en un 60%, y el papel crucial de la tecnología en la mejora de estos resultados. La jornada cerró con un llamado a la acción: promover políticas públicas integrales y la colaboración internacional para garantizar que los avances científicos lleguen a toda la población, independientemente de su lugar de origen o nivel socioeconómico.

En ese tono, los especialistas dejaron en claro que hay una brecha en el diagnóstico temprano y que no se trata simplemente un problema médico, sino de una cuestión de desigualdad. Las disparidades económicas, el acceso limitado a tecnologías avanzadas y la falta de programas efectivos de detección afectan desproporcionadamente a las poblaciones más vulnerables.

Uno de los puntos centrales fue el análisis de herramientas tecnológicas que pueden revolucionar el diagnóstico del cáncer colorrectal. Desde la inteligencia artificial hasta las técnicas avanzadas de imagen, estas innovaciones permiten detectar lesiones colorrectales con una precisión sin precedentes, lo que incrementa las posibilidades de tratamiento exitoso.

Fuente: Infobae