San Juan, (EFE).– El boxeador Félix Verdejo, presunto asesino de su amante embarazada de 27 años, podría ser sentenciado a muerte en caso de ser declarado culpable, a pesar de que en Puerto Rico la pena capital sea inconstitucional, pues el sistema judicial estadounidense la contempla en determinados casos.
El mediático caso del púgil puertorriqueño, al que muchos consideraban el sucesor de grandes estrellas nacionales como Miguel Cotto o Félix "Tito" Trinidad, sigue este martes en las portadas de los medios de la isla, que apuntan a la posibilidad de que el deportista, de 27 años, pueda ser sentenciado a la pena capital.
El secretario de Justicia de Puerto Rico, Domingo Emanuelli, dijo hoy que la agencia que encabeza esperará a que un jurado federal emita el pliego acusatorio contra el boxeador para ver si es posible proceder con una acusación a nivel local.
Emanuelli dijo que habrá que conocer los pasos que siga el jurado federal a fin de saber de qué alternativas se dispondrá para radicar cargos contra Verdejo en Puerto Rico por el asesinato de Keishla Rodríguez.
NO SE PUEDE JUZGAR A UNA PERSONA DOS VECES
El Tribunal Supremo de Estados Unidos resolvió en 2016 que no se puede juzgar una persona por los mismos hechos en los tribunales federales y estatales.
El que dos sistemas judiciales -el federal estadounidense y el puertorriqueño- convivan en un mismo territorio como en la isla caribeña ha abierto el debate sobre si podría Verdejo llegar a ser condenado a muerte de ser culpable.
Jorge Schmidt, catedrático de Ciencia Política de la Universidad de Puerto Rico (UPR), señaló a Efe que lo evidente es que las leyes federales prevalecen frente a las locales, por lo que la posibilidad de la pena capital, en teoría, es posible, aunque en su opinión es muy improbable.
Recordó que la Constitución estadounidense no dice nada sobre el asunto, razón por la que muchos estados del país norteamericano no la aplican, pero a su vez no ven un conflicto en que la justicia federal sí lo haga en su territorio.
LA CONSTITUCIÓN LOCAL PROHÍBE LA PENA CAPITAL
En el caso de Puerto Rico, su Constitución de 1952 deja claro que la pena capital está prohibida.
"En Puerto Rico sería inconstitucional, pero la ley federal está por encima de la local", destacó Schmidt.
"En cualquier caso en Puerto Rico no hay infraestructuras para aplicar la pena capital y la población no la apoya", aclaró, aunque dejó claro que no sería imposible que las autoridades federales llevaran a cabo el juicio fuera de la isla.
Sobre este asunto, el padre de la asesinada, José Rodríguez, indicó que no quiere la pena de muerte para el boxeador.
"Yo no creo en eso. Si tú le das a una persona así pena de muerte, lo estás ayudando. Es mejor echarle 100 años y que todos los días se quede con ese cargo de conciencia y lo pague todo lo que le hizo a mi hija", dijo Rodríguez.
EL GOBERNADOR SE OPONE A LA PENA DE MUERTE
El gobernador Pedro Pierluisi reiteró su oposición a la pena de muerte y dijo que la Fiscalía federal conoce su postura en este asunto.
"Entiendo que hay formas de uno retribuir delitos horrorosos como el que acaba de ocurrir sin necesidad de privarle la vida a un ser humano. El Gobierno de Puerto Rico no va a estar procesando el caso. Eso le va a corresponder a los fiscales federales, pero los fiscales federales saben cuál es mi posición", dijo Pierluisi.
"Nuestra Constitución prohíbe la pena de muerte. La política pública tiene que ser a favor de que no se recurra a este castigo extremo", subrayó.
Respecto a la marcha del caso, el comisionado de la Policía, Antonio López Figueroa, no descartó que haya más personas con algún tipo de vínculo con el delito, como lo sería la pareja de Verdejo, Eliz Marie Santiago, entrevistada en dos ocasiones por la Policía.
Mientras, la familia de la asesinada pide donaciones para costear el sepelio como confirmó en redes sociales Bereliz Nichole, hermana de la joven asesinada.
Según confesó un testigo a las autoridades federales, Verdejo secuestró a Rodríguez -que estaba embarazada del boxeador-, le pegó un puñetazo en la cara, después le inyectó un medicamento y tras amarrarla a un bloque la lanzó a una laguna.
Según la persona que acompañaba a Verdejo, este disparó a la joven cuando estaba en el agua.