Un aumento en la humedad del ambiente el jueves traía buenas noticias a algunas de las regiones de Chile que batallan con centenares de incendios forestales desde hace una semana, aunque la preocupación se trasladó a su capital Santiago, donde se esperan altas temperaturas.
Los siniestros estallaron hace ocho días en las regiones de Ñuble, Biobío y La Araucanía, en el centro sur del país, y han cobrado la vida de 24 personas, arrasado más de 1,200 viviendas y unas 340,000 hectáreas, según cifras preliminares.
El subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, precisó que hay 323 incendios activos, de los cuales 180 están controlados y 90 están fuera de control.
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Anticipó que posiblemente se bajarán las alertas preventivas por altas temperaturas en el Ñuble y el Biobío, decretadas por la eventualidad de nuevos incendios. “Ha habido un mejoramiento en las condiciones de humedad”, aunque no ha cambiado “la compleja situación que viven”.
“Son mejores noticias desde el punto de vista de las condiciones climáticas para enfrentar la emergencia”, añadió.
Ayer Chile estaba lidiando con las condiciones meteorológicas complicaban el miércoles el combate de 84 incendios forestales descontrolados que afectan al centro sur de Chile y que representan una amenaza inminente a la vida de las personas porque se están expandiendo.
Los siniestros forestales estallaron hace una semana en el centro sur chileno y han arrasado con más de 310,000 hectáreas y 1,180 viviendas y ocasionado lesiones variadas a poco más de 2,000 personas.
La ministra del Interior, Carolina Tohá, estimó que los incendios activos en el país son 311 –10 más que el martes—de los cuales 180 están controlados y 84 están fuera de control –15 más que en la víspera– y se están expandiendo.