La ciudad de Nueva York emitió el lunes su primera advertencia de sequía en 22 años y suspendió las reparaciones de su principal acueducto ante las preocupaciones por la falta de lluvias.
A las condiciones áridas en todo el noreste de Estados Unidos se les atribuye el surgimiento de cientos de incendios forestales. Además, ya habían obligado a las autoridades de la ciudad y del estado a implementar protocolos para la conservación del agua cuando el alcalde Eric Adams elevó el lunes el nivel de la advertencia de sequía y ordenó la suspensión temporal del proyecto del Acueducto de Delaware, una obra de 2.000 millones de dólares con el objetivo de reparar fugas a lo largo del túnel de 80 años de antigüedad.
La semana pasada, un parque en el extremo norte de Manhattan se incendió, cubriendo a la ciudad con humo, apenas días después de que se registró otro incendio en Prospect Park, en Brooklyn.
La ciudad podría verse obligada a elevar el nivel de advertencia a una emergencia en caso de que persistan las condiciones áridas, dijo Adams. Una emergencia por sequía implica emitir requerimientos para que residentes y agencias de la ciudad reduzcan el uso del agua. Pasar de una aviso a una advertencia requiere de una serie de protocolos de conservación, explicó Adams.
Las medidas de ahorro de agua planeadas para las próximas semanas incluirán el lavado menos frecuente de autobuses y los vagones del metro y limitar el uso de agua en fuentes y campos de golf, indicó Adams.
“Nuestros vehículos municipales pueden verse un poco más sucios, y nuestros metros un poco más polvorientos, pero es lo que tenemos que hacer para retrasar o evitar una emergencia de sequía más grave”, explicó.
El cierre de un tramo del Acueducto de Delaware para reparar filtraciones había estado en proceso durante años.
El acueducto transporta agua por 137 kilómetros (85 millas) desde cuatro embalses en la región de Catskill hasta otros embalses en los suburbios del norte de la ciudad.
Una parte del acueducto se cerró a principios de octubre, pero ahora se volverá a abrir debido a que los niveles del agua en el sistema de embalses de la ciudad se encuentran demasiado bajos para compensar la diferencia, dijeron funcionarios del Departamento de Protección Ambiental de la ciudad.