El reciente anuncio del Ministerio de Interior y Policía, que regula el horario de venta de bebidas alcohólicas durante la temporada navideña, ha generado diversas reacciones en distintos sectores. Desde el 15 de diciembre hasta el 3 de enero, esta resolución reduce el horario de operación para los colmados, permitiéndoles vender alcohol hasta la medianoche de domingo a jueves y hasta las 2:00 de la mañana los fines de semana.
En contraste, los restaurantes y bares mantienen horarios más amplios para la venta de bebidas. Esta normativa tiene como objetivo controlar el expendio de alcohol y busca reducir los accidentes de tránsito y delitos asociados. Según estadísticas oficiales, el 70% de los accidentes y otros hechos delictivos relacionados con el consumo de alcohol ocurren entre la medianoche y las 4:00 de la mañana.
Antonio Cruz, vicepresidente y vocero del Conacerd, expresó su preocupación respecto a esta medida. “El problema no radica en el fondo, sino en la forma. Muchos colmados ya adquirieron inventarios y asumieron compromisos financieros bajo los horarios anteriores. Estas medidas deben planificarse con mayor antelación para evitar perjudicar a los pequeños comerciantes”, afirmó.
Cruz también resaltó que, aunque los datos estadísticos justifican la necesidad de regular el consumo nocturno, es crucial encontrar un equilibrio entre la seguridad y el impacto económico.
A pesar de las diferencias, tanto autoridades como empresarios coinciden en la importancia de reducir los índices de accidentes y violencia. Este cambio en los horarios de venta de alcohol durante la Navidad no solo plantea un debate sobre la seguridad vial y ciudadana, sino que también afecta a los pequeños negocios, que esperan evaluar los resultados de la medida.