La estatal Unión Eléctrica (UNE) informó que hasta el 44 % del territorio cubano experimentará apagones este martes durante las horas de mayor consumo energético.
La precaria situación del sistema eléctrico cubano se debe a continuas averías y mantenimientos en sus plantas termoeléctricas, muchas de las cuales operan con más de cuatro décadas de uso, además de la escasez de combustible, según explicó la UNE.
Desde finales de agosto, los cortes eléctricos prolongados han sido comunes, y en los últimos meses el país ha sufrido tres colapsos totales del Sistema Electroenergético Nacional (SEN), lo que ha requerido días para restaurar completamente el servicio.
En semanas recientes, el déficit energético diario ha superado regularmente el 40 %, alcanzando picos superiores al 50 %. El jueves pasado se registró el máximo anual, con un déficit que superó el 53 %.
La UNE estima para el horario "pico" de este martes una capacidad de generación de 1,736 megavatios (MW) frente a una demanda de 2,980 MW, lo que genera un déficit de 1,244 MW. Este déficit provocará cortes programados que afectarán a 1,314 MW durante la tarde y la noche.
Cuba consume anualmente ocho millones de toneladas de combustible, de las cuales produce tres millones y compra cinco en el mercado internacional. El crudo nacional alimenta las termoeléctricas, mientras que el diésel y el fuel importados operan las unidades flotantes de generación.
Los apagones, que en algunos lugares pueden durar más de diez horas al día, agravan la crisis multidimensional que afecta al país desde hace más de tres años. Esta situación ha golpeado duramente a la economía cubana, que se contrajo un 1.9 % en 2023, manteniéndose por debajo de los niveles de 2019. El Gobierno ya anticipó que no habrá crecimiento económico este año.
Además, los frecuentes cortes eléctricos han sido un catalizador de protestas sociales en los últimos años, destacando las movilizaciones masivas del 11 de julio de 2021 y las manifestaciones del pasado 17 de marzo en Santiago de Cuba y otras localidades.
La crisis energética sigue siendo un desafío crítico para la isla, afectando tanto la vida cotidiana de sus ciudadanos como su desarrollo económico.