Casi dos mil virus antiguos ocultos fueron localizados en las profundidades de un glaciar ubicado en Guliya, en la meseta tibetana, al oeste de China.
Según estudios muchos de estos microorganismos nunca habían sido observados anteriormente, lo que plantea inquietudes sobre la posibilidad de que, a medida que el planeta se calienta y el hielo se derrite, patógenos desconocidos para la ciencia puedan liberarse y desencadenar una pandemia.
Esta investigación indica que los principales períodos de clima frío y cálido afectaron a los virus. Los científicos creen que las variaciones de temperatura en el glaciar y la entrada de virus de otros lugares debido a patrones de viento alterados afectaron los ecosistemas virales locales a través de presiones de selección. Aproximadamente una cuarta parte de los virus encontrados compartían características con especies conocidas de otras partes del mundo, lo que implica que habían viajado a Guliya desde áreas como Oriente Medio y el Ártico.
Los científicos hallaron estos virus en un núcleo de hielo de 300 metros de longitud. Los patógenos tienen una antigüedad de 41.000 años y han perdurado a lo largo de tres transiciones climáticas significativas de frío a calor.