Desde Carla Massiel, Liz María a Willeny, casos de niñas que han sacudido RD

Carla Massiel, Liz María y Willeny, niñas entre nueve, diez y once años, con todo un camino por delante, el cual les fue arrebatado por un rostro conocido, que lejos de brindarles cuidado y protección las condujeron a un abismo en cuyo final les aguardaba la muerte.

El pasado 20 de julio una madre desesperada clamaba por volver a ver el rostro de su hija, Willeny Lorenzo, sin imaginar que en lugar de abrazar a su niña, recibiría la noticia de que su cadáver fue encontrado en una bolsa en la autopista 06 de noviembre.

Willeny de once años de edad, residente en el sector Madre Vieja Norte, el día de su desaparición se reunió con su presunto asesino, Juan José Sánchez Nivar, de 37 años, alias “Bruce Lee”, sin imaginar lo que pasaría luego.

Sucesos

De acuerdo a la evidencia compartida por la policía, a las 8:07 de la mañana del 20 de julio, la niña se encontró con Sánchez Nivar, cerca de su vivienda. El hombre llegó un minuto más tarde y decidió raptarla a bordo de su motocicleta.

Imágenes de la cámara de vídeo permitieron determinar que ese mismo día, a las 12:26 de la tarde, Sánchez Nivar, hoy detenido, salió de su residencia llevando un saco en la parte delantera, en el que se presume estaba el cadáver de la pequeña Willeny.

Durante la investigación, los agentes realizaron dos allanamientos a la residencia de “Bruce Lee”, en la que encontraron sangre en la cama, puerta, el baño, así como otras áreas de la vivienda.

Willeny permaneció desaparecida por al menos 13 días hasta que se encontró su cuerpo.

El vocero de la Policía Nacional, Diego Pesqueria, informó que el asesinato de Willeny se ejecutó en la residencia de Sánchez Nivar, quien negó en todo momento su participación en el crimen, y actualmente está preso vinculado a una agresión sexual de otra menor.

Lastimosamente, el caso de Willeny no es ni el primero ni el único que ha estremecido a la sociedad dominicana que hoy, con este caso, revive una herida reciente de hechos tan ignominiosos como el de secuestrar, abusar y/o asesinar a un menor indefenso e inocente.

Liz María

Otro caso que estremeció al país fue el de la niña Liz María, cuya muerte tocó a la puerta de una familia a través de un rostro conocido, ‘’El Panadero’’ del barrio del Ensanche Isabelita.

Casi siempre es un conocido. Este es un factor común que tienen la mayoría de este tipo de casos y qué especialistas aseguran es uno de los elementos a considerar para la prevención de estos sucesos.

Esterlin Francisco Santos, alias el “Panadero”, se encontró culpable de violar sexualmente y asesinar a la niña Liz María en agosto del 2020, y de lanzar su cuerpo al Mar Caribe, el cual nunca pudo encontrarse, negando así también un cierre a la familia que no tiene donde llorar a la pequeña.

Según la acusación del Ministerio Público, el “Panadero” conoció a la niña tres meses antes del crimen y dos semanas después de tratarla la abusaba, y para lograrlo le prestaba su celular.

El día del hecho, Starlin Francisco Santos le ofreció su teléfono celular a la niña y la invitó a su casa para entregárselo, con la intención de tocarla, una vez en la residencia, Liz María lo amenazó con contarle a sus padres lo que este hombre le hacía, provocando que el panadero la estrangulara, e introdujera su cuerpo en una bolsa y lo lanzara al mar caribe.

Carla Massiel

En 2015, a Carla Massiel fue raptada mientras caminaba con su hermana en el municipio de Pedro Brand, en Santo Domingo Oeste. Su cuerpo sin vida fue encontrado enterrado y sin órganos un año después en una finca del sector La Cuaba del kilómetro 23 de la autopista Duarte.

La pequeña, que se encontraba en una actividad religiosa junto a Perla Massiel, el 25 de julio de 2015, nunca imaginó que su corta vida tendría un final tan triste.

Por su muerte guardan prisión Darwin José, el confeso secuestrador, y Trinidad y Juan Cabral Martínez, quienes explicaron cómo la autora intelectual del caso a Liliana Santana, hija del médico fundador de las clínicas Integral.

Darwin, aseguró que Liliana le pagó 3,600 dólares para entregarle a la niña con vida, y que esta se la devolvió muerta y con una marca de la letra «J» en el abdomen, según este era para un “experimento”. Sin embargo, esto nunca se demostró.

Al día de hoy el caso de Carla Massiel sigue presente en las mentes y corazones de los dominicanos ante una muerte tan desgarradora de una criatura inocente, que al seguir pasando por la historia es solo una de las penosas víctimas juveniles que han sido brutalmente asesinadas.