Día de los Fieles Difuntos: “Solo se va quien se olvida”

Cada 2 de noviembre se conmemora el Día de los Fieles Difuntos, una festividad religiosa que busca orar por aquellos que han culminado su vida terrenal y se encuentran en un estado de purificación antes de poder ingresar al cielo.

Las principales iglesias cristianas ortodoxas occidentales, unión de utrecht (Iglesias), comunión de porvoo, así como comunión anglicana e iglesia católica, acordaron tener el mismo calendario y días de celebraciones religiosas y santoral para facilitar la asistencia a sus feligreses a sus respectivas celebraciones.

En este día, las iglesias incluye oraciones y recordatorios por aquellos que perdieron la vida. Por ello, los vivos ofrecen sus buenas obras y oraciones para ayudar a los seres queridos en su búsqueda de la salvación.

La principal tradición en el día de los Fieles Difuntos es visitar los cementerios, donde los familiares y amigos llevan flores a las tumbas de sus seres queridos, las limpian, rezan por sus almas y les ‘acompañan’ un rato.

El Papa Francisco celebró la Misa de Conmemoración de los Difuntos en el “Rome War Cemetery”, entre las tumbas de los caídos en la guerra. Estaban presentes unas 300 personas, reunidas bajo la lluvia. El recuerdo de la joven edad de los caídos y el dolor por su final: “Tantos muertos inocentes, tantas vidas truncadas, las guerras son siempre una derrota. No hay victoria total”. La invitación a pedir a Dios el don de la paz