El Primer Tribunal Colegiado de Santo Domingo Este dictó 20 años de prisión a Tomás Alberto Pérez, miembro de la banda criminal “Los Perros de Capelá”, quien para defender un terreno que habían invadido le quitaron la vida a dos (propietarios) y otro resultó herido durante un tiroteo, en un hecho ocurrido en el año 2021, en el sector La Ureña.
De acuerdo al expediente, la banda estaba integrada por Ángel Emilio Pimentel Escalante, (a) Capelá, (cabecilla), Martín Ferreras Ferreras, (condenados a 20 años), Yupanki Arcenio Valdez, Víctor Manuel Valdez (a) Ariel, (acusados) y Alexandri Federico Matos (fallecido), entre otros aún no identificados.
Según el expediente, revela que el 18 de junio del año 2021, alrededor de las 11:00 de la mañana, cuando los hermanos De los Santos Vicioso limpiaban y reparaban los límites de un terreno de propiedad familiar, ubicado en el sector La Ureña, de Santo Domingo Este, destruyeron una casucha improvisada, que la mencionada banda había construido, y en ese instante los agresores se presentaron al lugar a bordo de un carro, junto a un tal Alexandri Federico Matos.
Explica, que, los miembros de la organización criminal, la cual era dirigida por Pimentel Escalante, reconocido como Capelá, al llegar al lugar la emprendieron a disparos contra las víctimas, a quienes gritaban que salieran del solar.
Fue en ese momento que resultaron heridos los hermanos De los Santos Vicioso y el primo de ambos, Francis Radhamés Vicioso Pérez.
En medio del intercambio de disparos, el mayor de la Fuerza Aérea logró impactar a Alexandri Federico Matos, quien falleció mientras recibía atenciones médicas.
Mientras todo esto sucedía, el encartado Tomás Alberto Pérez llegó al lugar en un motor, sacó su arma de fuego y les disparó a los cuerpos de los hermanos que ya estaban heridos en el suelo, para evitar que quedaran con vida.
En ese momento, Luis Disney de los Santos Vicioso y Francis Radhamés Vicioso Pérez, este último herido en una pierna, aprovecharon el tiroteo para refugiarse, logrando ser auxiliados por moradores, quienes no permitieron que los mataran.
El Ministerio Público, representado por el fiscal Geivis Tapia, demostró ante el tribunal la responsabilidad penal del encartado, por violar los artículos 265, 266, 295, 304, 309, 359, 379, 381, 382, 383, 384, 385, y 386, del Código Penal Dominicano, sobre homicidio y asociación de malhechores, también los artículos 66 párrafo V y 67, de la Ley 631-16, sobre armas, municiones y materiales relacionados.
La condena deberá ser cumplida en el Centro de Corrección y Rehabilitación Najayo Hombres.