Los Ángeles Dodgers emprendieron un viaje de tres días hacia la ciudad de Atlanta con un objetivo suficiente claro: vencer en casa a los Bravos como boleto de ascenso hasta la cúspide de la Liga Nacional. Lograron la victoria en dos de los partidos, consiguiendo elevar su marca de temporada a 31-20.
Como en esta ocasión, encontrarse en posiciones de dominio ha sido una costumbre de los californianos en el tiempo reciente.
Han impulsado una hegemonía que en las diez campañas anteriores les llevó a la postemporada, una racha que no parece tener merma en el mediano plazo y simboliza la más longeva para el club.
Continúan dando cada paso para mantener la fórmula ganadora, aun cuando reportan bajas como fue perder en la agencia libre al campocorto Trea Turner que decidió marcharse a los Filis de Filadelfia.
Y luego, en medio de los campos primaverales, Gavin Lux sufrió una lesión de rodilla que le mantendrá fuera toda la temporada, mismo que estaba llamado a tomar la posición seis.
Durante las anteriores diez contiendas, los Dodgers alcanzaron el título de la División Oeste en nueve oportunidades. Buscan ampliar esto, a pesar de tener opositores como los Padres de San Diego – que con una nómina estimada de US$250 millones – están dispuestos a provocar un golpe de estado.