Estados Unidos dio este jueves un primer paso para limitar el poder de sus presidentes para usar la fuerza contra posibles enemigos, una capacidad que constitucionalmente recae sobre el Congreso pero que se trasladó parcialmente a la Presidencia tras los ataques del 11 de septiembre de 2001.
Con el apoyo de los dos partidos y del actual mandatario, Joe Biden, la Cámara de Representantes de EE.UU. anuló una legislación aprobada en 2002 para permitir el uso de la fuerza en Irak y que dio un mayor poder al presidente por ser el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas. Fuente EFE