Washington, (EFE).- Estados Unidos "no tiene planes" de cambiar su ayuda militar a Israel, después de la escalada bélica que ese país mantuvo con las milicias palestinas durante once días, dijo este viernes la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki.
En su rueda de prensa diaria, Psaki destacó como un "precedente histórico" que Israel y los palestinos alcanzaran un acuerdo de cese al fuego, que hoy cumple su primera jornada en relativa calma.
El Gobierno del presidente estadounidense, Joe Biden, enfrentó duras presiones en el seno de su propio partido, el demócrata, y en concreto de parte 28 senadores que el pasado domingo publicaron un comunicado en el que pidieron un alto el fuego "inmediato" en las confrontaciones entre Israel y los palestinos.
Además, el senador progresista Bernie Sanders ha urgido a Biden a que reconsidere los 4.000 millones en ayuda militar que EE.UU. otorga cada año a Israel, al considerar que no debe usarse para "violar los derechos humanos".
La portavoz indicó que en 2014, cuando tuvo lugar una fuerte ofensiva en esa zona, "se perdieron muchas más vidas" y el conflicto se prolongó durante 51 días.
Esta vez, las once largas jornadas que duró la reciente escalada bélica, la más grave en la región en siete años, causaron 243 muertes en Gaza y 12 en Israel.
Psaki afirmó que Estados Unidos espera "avanzar en un par de frentes", uno de ellos el apoyo militar a Israel y por otro lado en la reconstrucción de Gaza, mediante la asistencia y financiación a los esfuerzos de las Naciones Unidas en la zona.
Según Psaki, se debe asegurar "que no sea Hamás, sino el pueblo palestino el que se beneficie de esa asistencia".
El jueves, Biden prometió seguir con su "diplomacia silenciosa e incansable" con Israel y Palestina tras anunciarse el alto el fuego entre el Gobierno de Benjamín Netanyahu y el movimiento islamista Hamás.
Y este viernes el Departamento de Estado anunció que la ayudar militar al Líbano será de 120 millones de dólares durante el año fiscal 2021, lo que supone un aumento de 15 millones, en un momento de tensión en Oriente Medio.