Santo Domingo.- El especialista en Derecho Internacional, Emil Chireno, afirmó este lunes que por la debacle sufrida por Estados Unidos en la retirada de Afganistán, sectores políticos y el discurso público están renuentes con escalar el nivel de compromiso con la crisis que vive Haití.
Asimismo, sostuvo que sin una asistencia extranjera será muy difícil ver un mejoramiento significativo de la situación en la vecina nación.
"A diferencia de Afganistán que es un lugar bastante remoto y que el norteamericano promedio entiende que no es una amenaza para Estados Unidos; Haití está al lado y los flujos migratorios que está recibiendo Estados Unidos y el resto del continente están creciendo", agregó el también abogado.
Al hablar en entrevista para el programa Rumbo de la Mañana, del Grupo RCC Media, Chireno dijo que la situación migratoria generada por los haitianos, más el secuestro de 16 misioneros estadounidenses, crea un escenario en la cual el presidente Joe Biden no tiene otra salida que darle atención a Haití, independientemente de la renuencia que exista en Washington.
Igualmente, cree que los recursos y el tipo de intervención que debe emplear Estados Unidos para controlar la seguridad en Haití, por lo menos en el corto plazo, no es algo complicado para esa potencia.
Chireno también explicó que la crisis política, social y económica de Haití se ve muy sombría y que todo eso está subordinado a la situación de seguridad de esa nación, donde el Estado tiene capacidades muy limitadas de poder darles respuesta satisfactoria a sus ciudadanos.
"Yo creo que el único actor que queda, como un actor decisivo para poder ayudar al gobierno haitiano a restaurar el control del territorio, que no lo tiene ahora mismo, es los Estados Unidos. ¿Cuándo eso va a ocurrir?, es la pregunta del millón de dólares", manifestó.
Mientras que para República Dominicana, el especialista en Derecho Internacional precisó que lo más conveniente es esperar, reforzar la frontera y observar muy atentamente como van ocurriendo los acontecimientos en la vecina nación, que es la encargada de resolver sus propios problemas de manera soberana.
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