El enviado de la ONU a Siria dice que los grupos armados que expulsaron al presidente Bashar Assad han “estado enviando buenos mensajes” sobre la unidad nacional y la inclusión, pero reconoce que una resolución del Consejo de Seguridad todavía considera al líder como un grupo terrorista.
Con el futuro y la estabilidad de Siria aún en incertidumbre desde la partida de Assad el fin de semana, Geir Pedersen sugirió que la comunidad internacional debe ayudar al país a superar este momento turbulento.
“Estamos todavía en lo que yo llamaría un período muy inestable. Las cosas no están resueltas”, dijo Pedersen a los periodistas en las oficinas de la ONU en Ginebra el martes. “Hay una oportunidad real de cambio, pero los propios sirios deben aprovecharla y contar con el apoyo de la ONU y la comunidad internacional”.
Refiriéndose a los ataques militares israelíes en Siria, Pedersen dijo que era “extremadamente importante que ahora no veamos ninguna acción de ningún país internacional que destruya la posibilidad de que tenga lugar esta transformación en Siria”.