Estudio revela los hombres feos son mejores en la intimidad

Un estudio confirmó que los hombres feos son mejores a la hora de llegar a una intimidad o actividad sexual.

El primer factor determinante a la hora de elegir pareja, es decir, el aspecto físico, constituía un buen barómetro en épocas más primitivas.

Las mujeres eran más atractivas cuando tenían características relacionadas con la fertilidad y la juventud: caderas anchas, pechos generosos, piel lustrosa, pelo brillante y fuerte…

Mientras en ellos, los altos niveles de testosterona aseguraban buenos genes y sus indicadores eran mandíbulas marcadas, cejas prominentes, voz gruesa y pelo en pecho.

Si se establecía el contacto visual y saltaba la chispa solo hacía falta un garrotazo y una visita rápida a la caverna más cercana para satisfacer los instintos básicos.

Las cosas funcionaban más rápido antiguamente, no había tiempo para las charlas, las copas y el conocerse un poco.

La vida era corta, los depredadores muchos y el presente continuo se conjugaba más a menudo que el futuro, por el simple hecho de que el porvenir era tan incierto. Así nadie se molestaba en preocuparse por él.

La belleza también servía de catalizador para desarrollar aspectos emocionales. Por ejemplo, las crías o los hijos tenían un aspecto tierno y encantador. Esto para ganarse el afecto de sus padres y evitar así que los abandonasen cuando las cosas se ponían demasiado feas.

Hoy en día los cánones de belleza son tantos y tan variados que la excitación sexual puede desencadenarse de muchas maneras y no solo a base de caderas.

Cualquiera trabaja ya como modelo, los hijos pueden ser todo lo repelentes que quieran, que tendrán ganados y hasta secuestrados a sus progenitores.

En el caso extremo de que la naturaleza se haya cebado con uno, siempre está la solución de hacerse hipster y convertirse como por arte de magia y del estilismo, en moderno.

Los estudios revelan que las personas con buena apariencia son percibidas por los demás con elevados niveles de características positivas: inteligencia, competencia, calor humano.

La gente es más receptiva a los guapos y se ha demostrado que jueces y jurados populares son más benévolos con las caras bonitas. Aunque esto conlleve que las calles estén llenas de criminales pibones y las cárceles de honrados con escaso sex appeal.

Es indudable que un compañero/a sexual con un buen físico es uno de los mejores afrodisíacos, pero la conexión entre la belleza y la libido es una vía de dos sentidos.

No solo el atractivo provoca el deseo, sino que la relación sexual nos lleva a exagerar las virtudes de la otra persona.

Es aquí donde los menos agraciados pueden subsanar sus deficiencias y, mediante habilidades, superar a los guapos en sus relaciones con el sexo opuesto.

Desgraciadamente la comodidad y la vida fácil nunca han hecho grandes hombres.

El sociólogo alemán Ulrich Rosar realizó un estudio en la temporada de fútbol 2007/2008 en el que, tras analizar a 483 jugadores. Llegó a la conclusión de que los menos atractivos daban un mayor rendimiento en el campo.

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“Quién es físicamente agradable no tiene que hacer mucho para dar una imagen positiva, ya que los espectadores asocian la belleza física a cualidades como la disciplina o la creatividad”, dijo Rosar.

La teoría de que los feos suplen –en todos los ámbitos y también en la cama- su falta de estética con otras cualidades cuenta con no pocos seguidores.