Estudio sugiere que el uso de redes sociales podría reducir la depresión en adultos mayores

El estudio, que incluyó a 9,121 participantes mayores de 45 años sin síntomas depresivos en 2018, mostró que quienes usaban redes sociales presentaron un 24 % menos de probabilidad de desarrollar síntomas depresivos en los dos años posteriores. 

Un grupo de investigadores chinos llegó a la conclusión de que el uso de redes sociales podría ayudar a prevenir y reducir los síntomas de depresión en personas de mediana y avanzada edad, según un estudio publicado en la revista Translational Psychiatry.

El estudio, que incluyó a 9,121 participantes mayores de 45 años sin síntomas depresivos en 2018, mostró que quienes usaban redes sociales presentaron un 24 % menos de probabilidad de desarrollar síntomas depresivos en los dos años posteriores. 

Además, en un segundo grupo de 5,302 personas con síntomas de depresión, el uso constante de redes sociales se asoció con mejoras en su salud mental.

Los investigadores recopilaron datos en 2018 y 2020, lo que les permitió observar la relación entre la actividad en redes sociales y el estado emocional de los participantes. 

Según el equipo, las interacciones virtuales podrían ofrecer un apoyo social importante para los adultos mayores, reduciendo el riesgo de aislamiento y mejorando su bienestar emocional.

Según los datos, entre las personas que usaban tres o más de las siete actividades de redes sociales evaluadas —chatear, leer noticias, ver vídeos, jugar en línea, efectuar pagos móviles, usar la aplicación local Wechat, similar a Whatsapp, y compartir publicaciones en sus perfiles—, hubo una mayor probabilidad de experimentar una reducción en los síntomas depresivos en comparación con quienes no participaban en ellas.

La investigación destacó que los participantes activos en redes sociales en 2018 y 2020 eran 1,36 veces más propensos a presentar una mejoría significativa en su estado emocional.

La directora de la investigación, Qi Yanling, citada este martes por la agencia oficial Xinhua, resaltó la relevancia de este hallazgo en el contexto de una sociedad china en proceso de envejecimiento acelerado: se calcula que habrá en 2035 más de 400 millones de personas mayores de 60 en China, que representarán más del 30 % de la población.

Para abordar este desafío, la profesora Qi sugiere implementar estrategias como la distribución de teléfonos móviles subsidiados y paquetes de datos a personas mayores, junto con la difusión de contenidos educativos sobre salud mental a través de las redes sociales.

Estas medidas podrían resultar beneficiosas para los grupos vulnerables, como las personas de bajos ingresos, residentes de zonas rurales y mujeres de avanzada edad, quienes podrían experimentar una mayor incidencia de problemas de salud mental, explicó Qi.