Santo Domingo.- El director Instituto de Medina Tropical y Salud Global de UNIBE, Robert Paulino, sostuvo que como hay un sesgo de representatividad no se puede extrapolar el impacto que pueda tener una variante o no en la población determinada, a propósito de que la doctora Angelique Coetzee, presidente de la Asociación Médica de Sudáfrica, dijo que hay una sobre alarma por la variante Ómicron porque los síntomas son leves y que no hoy un solo paciente interno.
A si se justifica la alarma mundial por esa variante y la están sobre dimensionando, el investigador Robert Paulino expresó que la colega Angelique Coetzee es clínica y que hizo una observación desde el punto de vista de su experiencia clínica y que hay un sesgo de representatividad.
«Como hay un sesgo de representatividad tú no puedes extrapolar el impacto el impacto que pueda tener una variante o no dentro de una población determinada. Esa es su experiencia, fueron sesenta casos», explicó.
El doctor Robert Paulino en entrevista en El Sol de la Mañana de RCC Media sostuvo que los sesenta casos tuvieron un desarrollo de manifestaciones clínicas leves y que algunos requirieron hospitalización, empero que muchos de ellos estaban vacunados.
Expresó que resulta que las mutaciones que puede tener la variante Ómicron pudiesen pasar por encima de los anticuerpos neutralizantes que tiene o que generan las vacunas, y que es una pregunta que había que responder.
Indicó que en general las personas que tienen vacunación o que tienen una infección post vacuna desarrolla manifestaciones clínicas leves por lo que ahí hay un sesgo.
El director Instituto de Medina Tropical y Salud Global de UNIBE especificó que aunque no es incorrecto, es una observación y que es bueno porque es desde el punto de partida.
Manifestó que realmente no fue la doctora Angelique Coetzee, presidente de la Asociación Médica de Sudáfrica, que descubrió la variante de Ómicron.
Señaló que identificó un clúster de transmisión, un grupo de personas que tenían la infección.
El doctor Roberto Paulino mostró un árbol filogenético que es la localización que tiene un virus determinado con su parentesco a partir de inicial.
Indicó que el inicial es la secuencia de Wuhan, China, que fue registrado en la plataforma mundial donde se registran las informaciones de los virus.
Expresó que a partir de ahí pueden decir que han ido cambiando en un 10%, en un 20%, que se llama grado de divergencia.
«Es decir cuánto se diverge, cuánto es diferente un virus o una variante de otra», acotó.
El investigar indicó que en este caso es la familia o el árbol filogenético de los coronaviridaes, el Sars Dos en específico.
Señaló que una flecha roja en el árbol filogenético representaban la variante Ómicron.
Dijo que ocurrió un grado de divergencia muy disímil de las demás y que por eso no genera preocupación porque el acúmulo de mutaciones que tiene es tan alto que la diverge de las demás.
«Y estas divergencias surgió entre septiembre y octubre de este año, y que se puede establecer por el tiempo, por la cantidad de mutaciones que pueda tener», expuso.
El director Instituto de Medina Tropical y Salud Global de UNIBE expresó que por eso científicamente en lo que coincide la comunidad científica, en su mayoría, es que decir que vamos a cerrar los aeropuertos por qué vienen de un país o de otro, no tiene mucho sentido porque la variante puedo estar circulando desde hace tres meses.