Finjus califica como un acto de crueldad situación de cárceles en República Dominicana

El vicepresidente ejecutivo de la Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus), Servio Tulio Castaños Guzmán, calificó como un acto de crueldad, alarmante, inhumano y degradante, los niveles de hacinamiento en los recintos penitenciarios de República Dominicana, según revela un informe que presentó este miércoles la Oficina Nacional de Defensa Pública.

Durante una entrevista en el programa El Rumbo de la Tarde, que se transmite de lunes a viernes por la emisora Rumba 98.5 FM, del grupo RCC Media, el vicepresidente de Finjus reconoció que la situación de los centros del Nuevo Modelo Penitenciario no es tan alarmante en términos de hacinamiento, pero, a su juicio, se están manejando con una visión autoritaria por parte del personal encargado de custodiarlos.

Sin embargo, dijo que los custodias de los nuevos modelos tienen algunos niveles de formación, porque son el producto de la Escuela Nacional Penitenciaria. En contraste, Castaños Guzmán puntualizó que los centros tradicionales continúan bajo el dominio de la Policía Nacional y los militares.

Citando parte de los resultados del informe de la Oficina Nacional de Defensa Pública, el presidente de Finjus explicó que alrededor de un 70 % de los internos no tiene donde dormir, en muchos de los no han inodoros, las cloacas cruzan de manera transversal y no se les saca al sol como establece la norma.

El informe

Los resultados son preocupantes, ya que la población carcelaria del país supera con creces la capacidad de las cárceles y centros de privación de libertad. El informe revela que en las 22 cárceles del nuevo modelo y en los 19 centros de privación de libertad del modelo tradicional, hay una población interna de 25,711 reos, mientras que la capacidad es de solo 15,643.

El informe señala que la tasa de hacinamiento en las cárceles del país supera el 64%, lo que es una de las mayores preocupaciones. El hacinamiento tiene consecuencias graves para la salud y las condiciones inhumanas en las que conviven los internos, siendo la falta de colchones una de las mayores quejas de los privados de libertad, que en su mayoría duermen en el suelo o en hamacas suspendidas en el aire.

El informe también pone como ejemplo el caso de la cárcel de La Victoria, que tiene una de las tasas más altas de hacinamiento en un 70%, lo que significa que los reos no tienen donde dormir. Además, hay otras cárceles con problemas similares, como Montecristi, La Vega, Cotuí, Nagua, S amaná, Departamental San Francisco de Macorís, Azua, Barahona y Neiba.