Fracasa petición de "Cascos  Azules" para  Haití por oposición de Rusia y China

El embajador adjunto de China, Geng Shuang, recordó parafraseando al secretario general, António Guterres, que una misión de mantenimiento de paz requiere que primero haya paz, algo inexistente ahora en Haití; además, resaltó que la ONU ha gastado en Haití 8,000 millones de dólares dese 1994 en misiones de paz o similares, un dinero perdido vistos los resultados.

 La petición de  una misión cascos azules para estabilizar  a Haití,  fracasó este miércoles ante el  Consejo de Seguridad de la Organización de la Naciones Unidades (ONU), por la oposición de Rusia  y China.

El veto de estos dos miembros permanentes del  Consejo de Seguridad, hará imposible a corto y mediano  plazo  la aprobación de esta solicitó que formalizó el  Gobierno de transición de  Haití, porque es  este órgano de la Uno al que le corresponde  definir  y  enviar las operaciones de paz .

 Este  rechazó coincide  con los pocos  resultados que para la seguridad y estabilidad de Haití, ha proporcionado la formación de una Misión Multinacional de Seguridad (MMS() de apoyo a la policía haitiana, integrada  por 400 agentes , de un total de 2,500 que ofreció la comunidad internacional.

Por esa razón, y tras una petición específica de las autoridades haitianas de transición, Estados Unidos y Ecuador prepararon un proyecto de resolución para transformar la MMS en una fuerza de paz clásica de cascos azules, pero se ha topado con la oposición frontal de China y Rusia, que hoy explicaron sus argumentos ante el Consejo.

Primero intervino el embajador adjunto de China, Geng Shuang, quien recordó -parafraseando al secretario general, António Guterres- que una misión de mantenimiento de paz requiere que primero haya paz, algo inexistente ahora en Haití; además, resaltó que la ONU ha gastado en Haití 8,000 millones de dólares dese 1994 en misiones de paz o similares, un dinero perdido vistos los resultados.

Shuang dijo además "en último término, toca a los haitianos sacar a Haití de sus aprietos, y no hay ninguna cantidad de auxilio exterior que vaya a resolver sus problemas fundamentales".

Al diplomático chino le sucedió el embajador adjunto de Rusia, Dmitri Poliansky, quien subrayó que, más allá de lo que diga el actual Gobierno haitiano, cuya legitimidad "está en cuestión", la idea de un retorno de cascos azules "es muy controvertida en la sociedad haitiana (y) todas las esferas de la sociedad haitiana son extremadamente cautas ante cualquier forma de injerencia extranjera".

Poliansky dijo que los haitianos "no olvidan las lamentables lecciones de la Minustah", la pasada fuerza de paz que abandonó Haití entre acusaciones de abusos sexuales y de propagar un brote de cólera que dejó miles de muertos.

Otro argumento que Poliansky utilizó fue que "el papel de las fuerzas de paz es mantener la paz, no combatir el delito en zonas urbanas, ni salvar a un Estado disfuncional", subrayó.

Por último, se preguntó por el interés de Estados Unidos  en esa fuerza de paz, y aportó la siguiente respuesta: "Estados Unidos ve a Haití como su patio trasero y en este siglo ha estado implicándose en una descarada interferencia" en sus asuntos.