Dos gigantescas radiogalaxias acaban de ser descubiertas gracias a las 64 antenas del poderoso telescopio MeerKAT, en Sudáfrica, en el transcurso de una investigación en la que han participado una treintena de astrónomos de institutos y observatorios de todo el mundo. Una radiogalaxia es un tipo de galaxia activa que se caracteriza por su gran luminosidad en las frecuencias de radio, que emiten en forma de grandes y potentes chorros o «jets». Los chorros se forman como consecuencia de la interacción de partículas cargadas y poderosos campos magnéticos alrededor de los agujeros negros supermasivos que se encuentran en los corazones de esas galaxias.
Las dos nuevas radiogalaxias, sin embargo, destacan sobre todas las demás. En efecto, de los millones de radiogalaxias encontradas hasta ahora solo 800 son gigantes, y las dos recién descubiertas podrían ser los mayores objetos individuales observados hasta ahora en todo el Universo. A pesar de su gran tamaño, decenas de veces mayores que nuestra Vía Láctea, esta población galáctica resulta difícil de detectar, ya que su luz tenue y difusa está más allá del alcance de la mayoría de los telescopios.
En palabras de Jacinta Delhaize, investigadora de la Universidad de Ciudad del Cabo y autora principal del estudio recién publicado en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, «encontramos estas radiogalaxias gigantes en una región del cielo que tiene solo cuatro veces el área de la Luna llena. Según nuestro conocimiento actual de la densidad de radiogalaxias gigantes, la probabilidad de encontrar dos de ellas en esta región tan pequeña es de menos del 0,0003%. ¡Y eso significa que las radiogalaxias gigantes son probablemente mucho más comunes de lo que pensábamos!».
El hallazgo brinda a los astrónomos nuevas pistas sobre cómo las galaxias evolucionan, y también desvela el misterio del enorme tamaño y de la edad de algunas radiogalaxias, que se cree que se encuentran entre las más antiguas del Universo.
Las dos galaxias en cuestión están a varios miles de millones de años luz de distancia de nosotros. «Estas dos galaxias -explica por su parte Matthew Prescott, coautor del trabajo- son especiales porque se encuentran entre las más grandes conocidas, y en el 10% superior de todas las radiogalaxias gigantes. Tienen más de 2 megaparsecs de diámetro, lo que equivale a unos 6,5 millones de años luz, unas 62 veces el tamaño de la Vía Láctea».
La razón por la que solo unas pocas entre los millones de radiogalaxias conocidas alcanzan tamaños tan gigantescos sigue siendo un misterio. Se cree que las más grandes son también las más antiguas, y si eso es cierto, deberían de existir muchas más que los pocos cientos que se conocen actualmente.
Según Delhaize, «en el pasado esta población galáctica ha permanecido oculta a nuestra vista por las limitaciones técnicas de los radiotelescopios. Pero ahora esa población se está revelando gracias a las impresionantes capacidades de la nueva generación de instrumentos».