Un helicóptero de la Organización de Naciones Unidas (ONU), que transportaba a tres tripulantes y 15 pasajeros, fue atacado el jueves por bandas armadas mientras sobrevolaba el barrio de Grand Ravine en Haití.
A pesar de recibir múltiples impactos de bala, todos los ocupantes resultaron ilesos y el helicóptero logró aterrizar de manera segura en Puerto Príncipe, según informaron diversas fuentes.
Grupos armados han llevado a cabo ataques contra vehículos de la Embajada de Estados Unidos, marcando un aumento de la violencia en el país. Una reciente ofensiva de una poderosa coalición de pandillas resultó en la destrucción de al menos un vehículo blindado, que quedó con una ventana arrancada.
Esta situación refleja la creciente inseguridad y el desafío que enfrentan tanto las autoridades locales como las misiones diplomáticas en medio de un clima de violencia desatada.
Las preocupaciones aumentan ante la posibilidad de cancelaciones de vuelos y la interrupción del servicio de helicópteros de la ONU, cual es crucial para la asistencia humanitaria a millones de haitianos.
Estas comunidades marginadas reciben apoyo de la ONU en un contexto marcado por la violencia de grupos delictivos. La situación se vuelve más crítica a medida que se intensifican los ataques y la inestabilidad en la región, lo que pone en riesgo la ayuda humanitaria necesaria para enfrentar la crisis.