Hijos de indocumentados buscan con su voto dar "un grito de guerra" por sus familias

Giselle Espinoza, otra joven votante de 20 años, comparte una preocupación similar. Estudiante de Biología y trabajadora en una escuela, asegura que "tenemos mucho que perder en estas elecciones" y destaca la importancia de elegir cuidadosamente a los candidatos.

A sus 19 años, Ángel Gallegos emitió su primer voto en Estados Unidos con el firme propósito de "alzar la voz" por las siete personas de su familia, así como por sus amigos y vecinos migrantes que no pueden participar en el proceso electoral debido a su estatus legal. En una entrevista con EFE, el joven destacó que su voto representa no solo a su familia, sino también a toda su comunidad, momentos antes de ejercer su derecho en Los Ángeles, California.

Con su sufragio anticipado, Gallegos busca inspirar a más ciudadanos estadounidenses a "defender a quienes no tienen voz". Explicó que su intención es hacer un llamado a los candidatos presidenciales y a los aspirantes al Congreso para que comprendan que hay quienes están dispuestos a luchar por sus familias y su comunidad indocumentada. "Vamos a dar la pelea", enfatizó.

Estudiante de Ingeniería, Gallegos participó en una jornada de voto anticipado organizada por la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes (Chirla) y el condado de Los Ángeles, acompañado de su madre, Carolina Morán, quien emigró de México hace años junto a su esposo y sus tres hijos mayores.

El joven se siente inquieto por el futuro de su familia y de sus compañeros universitarios, especialmente ante las amenazas de deportaciones masivas formuladas por el expresidente Donald Trump, quien busca nuevamente la presidencia.

Giselle Espinoza, otra joven votante de 20 años, comparte una preocupación similar. Estudiante de Biología y trabajadora en una escuela, asegura que "tenemos mucho que perder en estas elecciones" y destaca la importancia de elegir cuidadosamente a los candidatos.

Como primera votante de su familia, Espinoza busca que las voces de los seis miembros de su hogar sean escuchadas, incluidos sus padres, que son inmigrantes indocumentados. También quiere representar a sus tres hermanos menores, ciudadanos estadounidenses pero aún sin derecho a voto. "Ellos, al igual que los niños de la escuela donde trabajo, pueden verse afectados por ciertas políticas y candidatos", comentó.

Según datos del Centro Pew de 2022, más de 22 millones de personas viven en hogares estadounidenses donde al menos uno de los residentes está en el país sin autorización. De estos, aproximadamente 11 millones son inmigrantes legales o nacidos en EE.UU. En el 86% de estos hogares, el jefe de la familia o su pareja es un inmigrante indocumentado, y casi el 70% son considerados de "estatus mixto", donde al menos una persona tiene estatus legal o es ciudadano.

Nevada, uno de los estados clave en las elecciones presidenciales, tiene la mayor proporción de familias mixtas, seguido de California, Nueva Jersey, Texas y Arizona.

Tanto Espinoza como Gallegos afirmaron que no sintieron presión familiar para votar y que sus padres no les recomendaron candidatos específicos. Sin embargo, para madres como Morán, el sufragio de su hijo es un "paso adelante". Se sintió orgullosa de entregarle un botón diseñado por estudiantes para los votantes que dice: "For my family, rights and life".

Estos botones forman parte de la campaña de Chirla "Why I Vote", que busca conectar a la comunidad indocumentada con los electores y fomentar la participación de la generación Z, combatiendo la percepción de apatía electoral entre los jóvenes.

"Voy a llevar con orgullo este botón porque tiene un mensaje que me pide apoyo", concluyó Gallegos, animando a otros jóvenes a elegir candidatos que se preocupen por "todas las personas que viven en EE.UU.". Espinoza, por su parte, reflexionó sobre la importancia de la participación cívica en cuestiones cruciales como la educación, la economía y la salud del país.