El juego de pretemporada entre los Orlando Magic y New Orleans Pelicans tuvo que ser suspendido, debido a las precipitaciones del huracán Milton y sus efectos devastadores en Florida, el partido tenía previsto disputarse el viernes, así lo informó la NBA
El encuentro aún no es reprogramado, y el partido Magic y Pelicans es el segundo encuentro de pretemporada de la NBA afectado por el fenómeno atmosférico.
Orlando jugaba en San Antonio el miércoles por la noche y tenía previsto regresar al centro de Florida el jueves. Esos planes ahora están en duda debido a la tormenta, que tocó tierra el miércoles por la noche cerca de Siesta Key, Florida, y se desplazaba por el estado.
"Siempre hay cosas más grandes que un partido de basquetbol y eso es lo que tenemos que mantener en perspectiva", dijo el entrenador del Magic, Jamahl Mosley. "Sabiendo que hay familias y hogares… que están pasando por un momento difícil ahora mismo, necesitamos ser conscientes de eso".
El partido Magic-Pelicans es el segundo encuentro de pretemporada de la NBA afectado por Milton. Un partido programado para el jueves en Miami entre el Heat y los Hawks de Atlanta fue pospuesto hasta el 16 de octubre debido a preocupaciones por la tormenta.
También se reprogramó a principios de esta semana y para el viernes un partido de pretemporada de la NHL en Tampa entre el Lightning y los Predators. Originalmente ese encuentro estaba programado para jugarse el mes pasado y fue pospuesto debido al huracán Helene.
Innumerables eventos colegiales y de escuelas secundarias en Florida también se han cancelado o pospuesto debido a la tormenta.
Por ahora, dos exhibiciones planeadas por Simone Biles y otras gimnastas olímpicas siguen en pie este fin de semana. La gira está programada para llegar el viernes a Sunrise, casa de los Panthers de Florida, campeones de la Copa Stanley. El sábado arribaría a Orlando.
El techo de tela del Tropicana Field, casa de los Rays de Tampa Bay, quedó hecho jirones tras el paso del huracán Milton por la Florida el miércoles por la noche, con ráfagas de viento que superaron los 160 kilómetros por hora y lluvias que inundaron extensas zonas del estado.
El Tropicana Field no se estaba utilizando como refugio, pero el Tampa Bay Times informó que se empleaba como "un sitio de preparación para trabajadores" que fueron llevados al área para lidiar con las secuelas de la tormenta.
Las autoridades del estado informaron que los trabajadores fueron reubicados antes de que el fenómeno destruyera el edificio.
El estadio se inauguró en 1990 y costó inicialmente 138 millones de dólares. Estaba previsto que fuera reemplazado a tiempo para la temporada 2026 por un parque de 1,300 millones.