Interés por terrenos gratis abruma a un poblado australiano

La localidad de Quilpie, en el Outback de Australia, esperaba que su oferta de regalar terrenos a cualquiera que quisiera instalarse allí atrajera a nuevas familias a la remota población de 800 personas. Pero las autoridades se vieron abrumadas por más de 250 peticiones en menos de dos semanas, llegadas de dentro y fuera de Australia.

El Consejo Comarcal de Quilpie propuso la novedosa idea para superar la falta de viviendas, un obstáculo a la hora de encontrar empleados en la región de ganadería vacuna y ovina en el estado occidental de Queensland.

Las personas que compren un terreno, construyan una casa por menos de 750.000 dólares australianos (560.000 dólares de Estados Unidos) y vivan en ella al menos seis meses podrían acceder a una subvención de 12.500 dólares australianos (9.400 dólares australianos).

Los solares de 1.000 metros cuadrados (en torno a un cuarto de acre) con servicios se venden por la misma suma que la subvención, de modo que en la práctica, el consejo regala las tierras.

El plan fue idea del director general del consejo, Justin Hancock. Cuando llegó a Quilpie este año, Hancock, de 30 años, pasó seis meses en una cabaña de una comunidad de jubilados debido a la falta de viviendas en la región.

Quilpie ha necesitado recientemente enfermeras, maestros, mecánicos, carniceros, aprendices y encargados de bar, entre otros puestos.

Aunque la población recibió peticiones de lugares tan lejanos como Gran Bretaña, Hong Kong y Nueva Zelanda, los compradores tendrán que ser ciudadanos australianos o tener residencia permanente para poder optar a la subvención.

“Si pudiéramos traer cinco nuevas familias a la comarca, para nosotros sería un éxito enorme”, dijo Hancock el jueves. “Ver el interés fue un poco abrumador”.

Los precios de los bienes raíces se han disparado en buena parte de Australia durante la pandemia debido a las bajas tasas de interés y las largas cuarentenas en las ciudades más grandes, Sydney y Melbourne, que han hecho que la gente busque viviendas más espaciosas en poblaciones más pequeñas.

Dos de las subvenciones serán para vecinos de Quilpie. Una de ellas será para el empleado del consejo Tom Hennessy, de 23 años, y su prometida, Tessa McDougall, que es maestra y tiene 24 años. La pareja compró un terreno en agosto.

Hennessy nació en Quilpie, mientras que su prometida llegó hace un año de Brisbane, donde sus familiares tienen problemas para comprar casas y pagar hipotecas.

“Están un poco celosos de nosotros”, comentó Hennessy. Fuente: AP