Investigan al primer ministro británico por un posible conflicto de intereses

Londres, (EFE).- El primer ministro británico, Rishi Sunak, está siendo investigado por el organismo que supervisa la conducta de los diputados en el Parlamento del Reino Unido por un posible conflicto de intereses, que los medios relacionan con una guardería en la que su mujer, Akshata Murphy, tiene acciones.

El comisionado de la Conducta parlamentaria, Daniel Greenberg, comunicó hoy que abrió la pesquisa a Sunak la semana pasada en virtud de las reglas que exigen que los parlamentarios declaren los intereses que tienen de una manera “abierta y sincera”.

“Los miembros siempre deben ser abiertos y sinceros al declarar cualquier interés relevante en cualquier procedimiento de la Cámara o sus comités, y en cualquier comunicación con ministros, miembros, funcionarios públicos o titulares de cargos públicos”, señaló la página web del comisionado.

Sunak colaborará con el comisionado

Tras conocerse la noticia, un portavoz de la residencia oficial de Downing Street dijo que Sunak ayudará al comisionado para aclarar de “manera transparente” este interés.

Posible relación con las acciones que Murthy tiene en Koru Kidsalgo

Los medios señalan que la investigación está relacionada con las acciones que Murthy tiene en Koru Kidsalgo, algo que podría verse como un conflicto de intereses.

En el presupuesto del Estado divulgado hace unas semanas, el titular de Economía, Jeremy Hunt, dio a conocer medidas para facilitar que los niños puedan acceder a ayudas estatales para asistir a guarderías a partir de los nueve meses de edad en vez de a partir de los dos años de edad actuales.

Sunak informa «decisiones difíciles» tras tomar cargo de primer ministro británico

El primer ministro conservador británico, Rishi Sunak, ha señalado este martes que la prioridad de su Gobierno será la «estabilidad económica» y devolver la «confianza» en el Reino Unido y ha advertido de que se avecinan «decisiones difíciles».

Sunak se ha dirigido a la nación desde las puertas de su residencia oficial, en el número 10 de Downing Street, después de recibir el encargo de formar un Ejecutivo del rey Carlos III, que previamente aceptó la dimisión de la primera ministra saliente, Liz Truss, en el palacio de Buckingham.