El gobierno argentino, liderado por Javier Milei, tomó la decisión de eliminar materiales del programa de Educación Sexual Integral (ESI) que estaban disponibles en la plataforma Educ.ar, argumentando que contienen un enfoque "ideologizado".
Según informó el diario La Nación, el Ministerio de Capital Humano, a través de la Secretaría de Educación, anunció que estos materiales serán reemplazados por otros alineados con los criterios de la actual administración libertaria.
Esta decisión sigue a un decreto firmado por Milei en diciembre pasado, el cual modificó artículos del Reglamento de la Ley de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes, con el objetivo de prevenir lo que el mandatario describió como "adoctrinamiento" en las aulas.
Fuentes del ministerio, encabezado por Sandra Pettovello, señalaron que los materiales eliminados "no cumplen con los estándares requeridos" y serán sustituidos de forma progresiva. Entre los motivos esgrimidos por la Casa Rosada, se destacan el uso del lenguaje inclusivo, la difusión de contenidos con "ideología de género", la "inadecuación etaria" de ciertos recursos y la "falta de rigor biológico y científico".
Entre los materiales eliminados figuran cuentos de María Elena Walsh, videos sobre familias diversas, prevención del grooming y del VIH/SIDA, métodos anticonceptivos, y un análisis de la obra del pintor Antonio Berni. Según el ministerio, los nuevos contenidos estarán enfocados en "principios biológicos y familiares" y evitarán abordajes considerados politizados. "Después, que las familias enseñen lo que quieran en sus casas", añadieron fuentes oficiales.
La medida se alinea con una decisión tomada esta semana por el gobierno porteño, liderado por Jorge Macri. La administración suspendió temporalmente los materiales oficiales de ESI en las escuelas públicas, justificando una "revisión exhaustiva" de los contenidos durante el receso de verano.
Desde la oposición, se calificó esta decisión como un ataque a los derechos de niños, niñas y adolescentes, y un intento de congraciarse con el gobierno de ultraderecha de Milei.