La actriz Kristen Bell fue elegida como la anfitriona de la 31ª edición de los Premios del Sindicato de Actores de Hollywood (SAG Awards), que se celebrarán el domingo 23 de febrero de 2025 en el Shrine Auditorium & Expo Hall de Los Ángeles.
Esta será la segunda vez que Bell se pone al frente de la ceremonia, un evento que promete destacar lo mejor del cine y la televisión.
La gala será retransmitida en vivo por segundo año consecutivo a través de la plataforma de 'streaming' Netflix, lo que permitirá a los espectadores de todo el mundo disfrutar de la entrega de premios en tiempo real.
"Estoy emocionada de ser anfitriona de los SAG Awards de nuevo este año", dijo Bell en un comunicado. "Es un honor que me hayan pedido que vuelva y estoy deseando compartir la velada con mis compañeros actores, haciendo lo que mejor sabemos hacer… celebrarnos a nosotros mismos", ahondó.
Actualmente, Bell protagoniza la comedia romántica de Netflix 'Nobody Wants This' y ha participado en filmes como 'Frozen' o 'The People We Hate at the Wedding'.
’Nobody Wants This" fue recientemente nominada al Globo de Oro 2025 en el apartado de mejor serie de comedia o musical y tanto Bell como su coprotagonista, Adam Brody, fueron nominados por sus interpretaciones.
El sindicato ya había anunciado anteriormente que la legendaria actriz y activista Jane Fonda recibirá el máximo homenaje de SAG-AFTRA: el premio SAG a la trayectoria en la ceremonia.
Los nominados para esta edición de los premios SAG se anunciarán el 8 de enero de 2025.
Durante esa gala en Florida, Milei además se reunió con el multimillonario Elon Musk, a quien también felicitó por su nombramiento para el nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, en inglés) de Estados Unidos.
Según resaltó este lunes Adorni, el DOGE que creará Trump es un "ente de desregulación hecho a semejanza" del Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado creado por Milei y que preside Federico Sturzenegger.
El presidente electo de EE.UU., Donald Trump, regresará al Despacho Oval el 20 de enero con la bandera del cambio radical, prometiendo aranceles sin precedentes, la mayor deportación en la historia del país y una política aislacionista, tras una campaña electoral llena de sobresaltos.