La campaña del expresidente Donald Trump, quien busca nuevamente la presidencia de EE.UU. como candidato republicano, ha dejado deudas significativas por los mítines realizados en diversas ciudades del país desde 2016, según un informe de ABC News.
A lo largo de sus tres intentos por llegar a la Casa Blanca, la campaña ha acumulado cientos de miles de dólares en facturas impagas, lo que ha resultado en gastos imprevistos para los gobiernos locales, frecuentemente excediendo sus presupuestos.
Los eventos de Trump, que han tenido lugar en estados como Nuevo México, Wisconsin y Pensilvania, han generado estas deudas principalmente por los pagos de horas extras a agentes de policía, bomberos y servicios médicos de emergencia, así como a otros equipos de respuesta rápida que son necesarios para manejar las grandes multitudes que atraen sus actos.
Al ser consultado sobre las facturas impagas a las agencias locales, un portavoz de la campaña de Trump desvió la responsabilidad al Servicio Secreto de Estados Unidos (USSS). Este último reconoció que no existe un mecanismo establecido para reembolsar a los gobiernos locales por los gastos incurridos en apoyo a sus operaciones, a pesar de que las fuerzas de seguridad locales desempeñan un papel "crucial" en la protección y gestión de estos eventos.