Las pandillas que controlan gran parte de la capital haitiana, Puerto Príncipe, recibieron un fuerte impacto ayer, cuando al menos 28 presuntos integrantes de grupos armados fueron eliminados por la Policía Nacional, así como por civiles, quienes incendiaron los cuerpos de más de una veintena de ellos y los dispersaron por la ciudad, que se encuentra prácticamente paralizada mientras continúan los enfrentamientos.
Algunos de los abatidos fueron alcanzados por policías dentro de las viviendas donde se ocultaban y, posteriormente, fueron localizados por ciudadanos que terminaron quemando los cadáveres.
Otros fueron incendiados mientras aún estaban con vida.
Los fallecidos, según informes, pertenecen a bandas armadas que comenzaron a movilizarse en diversos sectores de la capital entre la noche del lunes y la mañana de este martes, con el propósito de establecer nuevas bases en zonas que aún no están bajo su control directo.
Es probable que este saldo aumente en las próximas horas debido a los registros que están realizando los ciudadanos en las áreas donde se cree que se han refugiado los pandilleros.
Los residentes de las zonas de Nazon, Lalue, Christ Roi y Bois-Verna vivieron una noche de terror, con intensos disparos de armas automáticas que forzaron a cientos de personas a permanecer despiertas toda la noche.
Toda esta situación llevó a la paralización de las actividades comerciales y educativas en la zona metropolitana de Puerto Príncipe, donde también hay áreas bloqueadas y se han formado brigadas de vigilancia en busca de más pandilleros.
En varios puntos de la capital se están produciendo enfrentamientos entre las fuerzas del orden y las bandas armadas, creando un clima de pánico en la ciudad.
Las principales calles están desiertas, dando la impresión de que la capital está en huelga.
Los operativos de la Policía se producen una semana después de que bandas armadas de la coalición Vivre Ensemble (Vivir Juntos), liderada por el expolicía Jimmy Cherizier, alias ´Barbecue´, anunciaran días de terror en el área metropolitana de Puerto Príncipe.
A inicios de la semana pasada dos aviones comerciales estadounidenses fueron tiroteados, lo que llevó al cierre del aeropuerto internacional Toussaint Louverture, el principal del país, y a la suspensión de vuelos por parte de varias compañías.
La ONU también suspendió temporalmente la entrega de ayuda humanitaria por la imposibilidad de acceso al puerto y al aeropuerto en la capital, debido al grave deterioro de la seguridad.
Solo entre julio y septiembre pasado al menos 1.223 personas murieron y 522 resultaron heridas en Haití como consecuencia de la violencia y la lucha contra las bandas, según la Oficina Integrada de las Naciones Unidas.
Cascos azules de nuevo
El Consejo de Seguridad de la ONU debate este miércoles la petición del Gobierno de Haití de transformar la Misión Multinacional de Seguridad (MMS) presente en el país en una fuerza de paz clásica de ´cascos azules´, aunque con pocos visos de prosperar por la oposición de Rusia y China. El pasado 21 de octubre, el Gobierno de transición haitiano envió una carta en la que formalmente pedía al Consejo el envío de esa misión de paz "lo antes posible", dadas las limitaciones de personal y de presupuesto que lastran la actual misión policial, y que han condicionado su escasa efectividad para garantizar un mínimo de seguridad en la nación caribeña que está sumida en una terrible crisis.