La historia de ‘Blue Monday’, el clásico de New Order que levanta cualquier mal día

Tiene casi 40 años, pero Blue Monday de New Order sigue siendo una canción que no ha perdido ni un poco de frescura si la escuchamos en la actualidad. Es uno de los principales hitos de la banda de Manchester y viene a nuestra cabeza cada vez que llegamos al tercer lunes de enero, esa fatídica fecha marcada en el calendario como el día más triste del año, y bautizado precisamente con el mismo nombre que esta canción. Paradójicamente, el hecho de que esta canción suene puede levantar cualquier día ‘blue’ y convertirlo en una auténtica fiesta electrónica.

La banda se formó por los antiguos integrantes de Joy Division al desintegrarse esta tras el suicidio de su cantante, Ian Curtis. Las comparaciones son odiosas, y en 1983 se enfrentaban a las miradas de todos los críticos y fans. Blue Monday se lanzó tres años después de una muerte que sacudió a todo el mundo de la música, y estuvo muy influenciado por la avalancha de la nueva tecnología que se había colado en la industria. Desde su lanzamiento, rodó inmediatamente por al amplio circuito de la vida nocturna de Nueva York de principios de la gloriosa década de los ochenta.

Con un ritmo de una máquina de martillo neumático y una línea de bajo que salta una octava, el disco fue un gran éxito en los clubs de Europa ese verano, lo que llevó a la gente a comprarlo en masa cuando regresaban a casa. Detrás del sonido brillante y de vanguardia, la voz de Bernard Sumner es un severo recordatorio de las raíces de la banda en Manchester: “¿Cómo te sientes / Al tratarme como tú?”.

La canción estaba inspirada en un libro que el batería de New Order estaba leyendo en ese momento: Desayuno de campeones, la novela más personal del autor de ciencia-ficción Kurt Vonnegut. Se trataba de una sátira posmoderna sobre la sociedad y fue publicada en 1973. Goodbye Blue Monday aparecía como subtítulo de este libro, y de ahí tomaron el nombre para su canción, un término que ni siquiera aparece en la latera de la canción en ningún momento.

Antes de la publicación de Power, Corruption & Lies, lanzaron este sencillo de más de siete minutos que se convirtió en uno de los más exitosos de la música electrónica de las últimas décadas. Una base sencilla a la que se van sumando innovadores efectos sonoros en lo que aparentemente es una estructura sencilla pero que ha acabado por trascender la historia y ser una de las canciones imprescindibles en cualquier fiesta electrónica.

Blue Monday puso las primeras piedras de lo que fue el despertar de la cultura club que arrasaría en Inglaterra y en otros países de Europa a lo largo de la década. Pero también ayudaría a llevar los sonidos electrónicos a otros estilos, y convertirlo en la tónica dominante en las pistas de baile. Todo ello en el mismo año en el que escuchábamos Billie Jean de Michael JacksonMoonlight Shadow de Mike Oldfield o New Year’s Day de U2.

Bernard Sumner, cantante de New Order,a ctuando en directo en 1983. / Kerstin Rodgers/Redferns

Nuestro país contribuyó de manera muy importante al éxito de este tema. Como publica Icon, seguramente habría caído en el olvido más absoluto si no hubiera sido por la noche española. Cuando Blue Monday decaía en las listas británicas, empezó a pincharse en Ibiza y Benidorm, los grandes destinos de la noche española. De esta manera, todos los extranjeros que la bailaban volvían a sus países y revitalizaban la canción. A esta involuntaria jugada se le conoce por el nombre del efecto Benidorm, como la bautizó Tony Wilson, jefe de Factory Records.

Fuente Original: Los40.com