Agencias de la ONU advirtieron este jueves que la inseguridad alimentaria se incrementará en los próximos meses en varias partes del mundo, manifestando especial preocupación por Gaza, Haití, Malí, Sudán y Sudán del Sur.
Los conflictos y la violencia armada son las principales causas del hambre en las áreas mencionadas en el informe semestral de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA). Las condiciones meteorológicas extremas también contribuyen a la crisis en otras regiones. Mientras que las desigualdades económicas y el elevado endeudamiento en varios países en desarrollo limitan la capacidad de respuesta de los gobiernos, según el informe conjunto.
El estudio, basado en investigaciones de expertos de estas agencias con sede en Roma, subraya la necesidad de una acción humanitaria urgente para evitar la hambruna en Gaza, Haití, Malí, Sudán y Sudán del Sur. Nigeria, Chad, Yemen, Mozambique, Birmania, Siria y Líbano también enfrentan situaciones preocupantes.
Este informe se centra en "las situaciones más graves", por lo que no abarca todos los países o territorios que experimentan altos niveles de inseguridad alimentaria aguda. Por segundo año consecutivo, en 2024, se ha reducido la ayuda humanitaria. Resultando en un déficit de financiación de más del 75% en doce planes para combatir la inseguridad alimentaria en países como Etiopía, Yemen, Siria y Birmania.
Los niveles de inseguridad alimentaria se miden en una escala del 1 al 5, donde el nivel 5 corresponde a una situación de "catástrofe". En la Franja de Gaza, el reciente aumento de hostilidades hace temer que esta "catástrofe" se materialice. Se estima que el 41% de la población, alrededor de 876,000 personas, enfrentará niveles "urgentes" de hambre (nivel 4), y casi el 16% (unos 345,000 individuos) podría llegar al escenario de "catástrofe".
En Haití, la violencia armada, la crisis económica persistente, los huracanes y una mala cosecha de cereales agravarán los niveles críticos de hambre. Según el informe, casi la mitad de la población (aproximadamente 5.4 millones de personas) estará en un estado agudo de inseguridad alimentaria, con dos millones alcanzando el nivel de emergencia (nivel 4).
En Sudán, donde un violento conflicto interno está en curso, cientos de miles de personas desplazadas continuarán luchando contra el hambre. Mientras tanto, en Sudán del Sur, el número de personas en situación de inseguridad alimentaria se ha duplicado entre abril y julio de 2024 en comparación con el año anterior y podría empeorar aún más a partir de 2025 debido a las graves inundaciones que afectaron las cosechas.
El informe señala que las consecuencias directas e indirectas de los conflictos en la inseguridad alimentaria son significativas, afectando no solo la muerte del ganado y la destrucción de cosechas. Sino también forzando a las personas a abandonar sus hogares. Esto interfiere con sus medios de subsistencia y limita el acceso a los mercados, generando fluctuaciones de precios y afectando la producción y el consumo de alimentos.
En algunas regiones preocupantes para la FAO y el PMA, la situación podría agravarse aún más con la posible reaparición de La Niña este invierno boreal, un fenómeno climático que puede provocar fuertes lluvias, así como sequías y olas de calor.