Caracas (EFE).- Nicolás Maduro cumple este viernes 10 años de su elección como presidente de Venezuela, una década marcada por cuestionamientos a su legitimidad, señalamientos de violaciones a los derechos humanos y una reciente recuperación de la economía luego de años de crisis.
En este último año de mandato, Maduro ha visto el viento soplar a su favor con la continuada división de la oposición, el acercamiento con el Gobierno de Estados Unidos y la recuperación de la economía venezolana, que tuvo una caída del 80 % desde 2013 hasta 2021.
El presidente venezolano afirmó, en un mensaje publicado en Twitter, que los logros sumados en la última década “han sido extraordinarios”.
Maduro ganó las elecciones en 2013 con una diferencia de menos del 1 % en los votos, un resultado que abrió la puerta a la primera crisis de legitimidad pues la oposición no aceptó su proclamación como mandatario.
El presidente pudo salir de ese primer año turbulento para entrar en otro, pues en 2014 la oposición volvió a protestar pidiendo su renuncia, lo que dejó un saldo de 43 fallecidos, así como decenas de heridos y detenidos, tras la respuesta policial y militar a las manifestaciones.
Este hecho tampoco hizo tambalear al Gobierno de Maduro, pese a que se detuvo el crecimiento de la economía que se vio de forma más marcada en los años posteriores.
Los siguientes tres años estuvieron marcados por la escasez de productos básicos, la amenaza de un revocatorio en contra de Maduro, y una nueva oleada de protestas antigubernamentales en 2017, tras la decisión del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de quitar competencias al Parlamento, de mayoría opositora, que terminó con 127 muertos.
La crisis de ese año terminó con la elección de una plenipotenciaria Asamblea Constituyente, integrada solo por oficialistas, lo que aumentó el rechazo internacional al chavismo.
Pese a este panorama, Maduro logró reelegirse en mayo de 2018, en los comicios presidenciales de más baja participación, prácticamente sin oposición y con un amplio cuestionamiento internacional, lo que motivó en 2019 la autoproclamación del exdiputado Juan Guaidó como “presidente interino” del país, con el reconocimiento de unos 50 países, incluyendo Estados Unidos.
Los años de turbulencia política y económica encontraron la calma con la pandemia de la covid-19, donde Maduro pudo acallar los cuestionamientos, imponiendo el orden como única autoridad del país.
En 2021, el chavismo obtuvo la mayoría del Parlamento y la economía detuvo su caída, lo que significó un año después uno de los mayores crecimientos económicos del mundo, una buena noticia, aunque insuficiente para la severidad de la crisis precedente, pero que ha permitido la reanimación del aparato productivo, que ahora espera expectante los comicios presidenciales de 2024.