Martínez Pozo: Autoridades deben investigar más a fondo ataques con piedras a vehículos

Santo Domingo. – El coordinador del programa El Sol de la Mañana, Julio Martínez Pozo, llamó este martes a las autoridades a no poner en duda absolutamente ninguna hipótesis sobre los ataques a pedradas que han sido víctimas algunos conductores.

Además, agregó que deben profundizar las investigaciones para atrapar a los responsables de estos hechos vandálicos.

Sostuvo que la delincuencia no es racional y cuando se analiza de esa forma pueden surgir las equivocaciones. Así como hay delincuentes que calculan los riesgos de sus fechorías, también hay individuos de estos que actúan de manera desesperada.

“El lanzar piedras a los vehículos para atracarlos es una práctica que aquí se da en la carretera y en la no carretera”, aseguró.

Martínez Pozo sostuvo que un delincuente drogado no está actuando de manera racional y con los casos ocurridos recientemente las autoridades deben hacer un levantamiento.

Incidente

Asimismo señaló el incidente en el que murió el conductor Joel Rafael Cabrera Espino, de 28 años, quien transitaba en su vehículo por la avenida 27 de Febrero, esquina Máximo Gómez, y en ese desnivel fue alcanzado por una piedra que impactó el cristal delantero.

Respecto a ese caso, las investigaciones giran de que el responsable podría ser un enajenado mental.

Denuncia

Dijo que también deben investigar la denuncia de José Antonio Luna, quien fue víctima de un atentado cuando transitaba en su vehículo por la avenida John F. Kennedy. Y que desde el puente peatonal frente al Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional (Infotep).

Antonio Luna denunció al Sol de la Mañana que fue atacado por una persona que lanzó un gran pedazo de concreto, y rechazó la versión de la Policía Nacional de que el incidente fue provocado por un indigente con problemas mentales, sino que la acción fue para asaltarlo.

“No es verdad que la delincuencia es racional, que piensa en los riesgos. Lo primero es que si pensara en los riesgos no fuera delincuente. Y si le temiera a la muerte y a lo que pueda ocasionar la participación en un secuestro, no anduviera secuestrando”, concluyó Martínez Pozo.