La Comisión de Detenidos palestina ha informado de que la Policía de Israel ha detenido a más de 400 personas tras su incursión en la mezquita de Al-Aqsa, en Jerusalén, en la madrugada del miércoles, una operación que ha dejado varios heridos.
En declaraciones del abogado del organismo, recogidas por la agencia palestina Wafa, los detenidos han sido trasladados al centro de detención de Atarot para la investigación, mientras que reportan decenas de heridos de diversa variedad.
Por su parte, la Media Luna Roja palestina ha informado de al menos siete heridos, dos de ellos han sido trasladados al hospital, al haber sido agredidos y alcanzados por balas de goma.
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El Ministerio de Exteriores palestino ha condenado la "agresión de las fuerzas de ocupación en Al-Aqsa y ha advertido de sus repercusiones", a través de un comunicado en sus redes sociales con el que han "condenado enérgicamente" el asalto y "el lanzamiento de balas y bombas de gas venenosas contra los fieles".
En la noche del martes, fuerzas de la Policía de Israel trataron de evacuar la mezquita de Al-Aqsa, en un momento en el que cientos de fieles se encontraban reunidos dentro como parte de la celebración del Ramadán musulmán, algo que ya ocurrió durante la pasada semana, también durante la celebración religiosa.
A partir de la media noche se iniciaron los altercados, con enfrentamientos en los que la Policía lanzó granadas aturdidoras, gases lacrimógenos y utilizó balas de goma, mientras que algunos de los palestinos se atrincheraron en una de las salas de la mezquita, respondiendo con el lanzamiento de palos, piedras y fuegos artificiales dirigidos hacia los agentes.