Más de medio centenar de detenidos en toda Rusia tras el entierro de Navalni

La policía rusa ha detenido este viernes al menos 56 personas en catorce ciudades de este país durante la jornada de despedida del líder opositor ruso, Alexéi Navalni, que fue enterrado tras morir hace dos semanas en una prisión ártica.

Según OVD-Info, organización que vela por los derechos de los detenidos, las ciudades con mayor número de detenciones son Novosibirsk, Yekaterimburgo y Moscú, con 14, 10 y 6 detenidos, respectivamente.

La policía también practicó detenciones en Voronezh, Kazán, Nizhni Nóvgorod, Vladikavkaz, San Petersburgo, Ulán-Udé y Sochi, entre otras.

Entre los detenidos esta el vicepresidente de la filial moscovita del partido opositor Yábloko, Andréi Mórev, arrestado por la policía en el metro de Moscú tras el sepelio, indicó OVD-Info.

Según declaró Mórev al canal de Telegram Mozhem obyasnit (Podemos explicar), los agentes del orden de detuvieron junto a un colega en la estación de Máriino, cercana al cementerio y de momento no le han presentado cargos.

Otras dos personas fueron detenidas en las inmediaciones del camposanto, según informó el periodista Alexandr Pliuschev y el canal de Telegram Avtozak Live, dedicado a informar sobre detenciones.

Según el canal, uno de ellos fue arrestado después de gritar “¿Quién mató a Navalni?”

Multitudinario entierro

Decenas de miles de rusos acudieron hoy, con flores en las manos y gritos de “Rusia será libre”, “Rusia sin Putin”, “Navalni”, “Liosha (diminutivo de Alexéi), estamos contigo”, al entierro de Navalni en el cementerio Borísovo de la capital rusa.

Las colas para despedirse de Navalni se extendían por varios kilómetros, escenas que no se veían en este país desde hacía muchos años. En previsión de una muestra de afecto tan multitudinaria, la iglesia ortodoxa de Máriino amaneció rodeada por un cordón policial sin precedentes integrado por cientos de agentes del orden.

Yulia: gracias por 26 años de felicidad absoluta

Yulia, se despidió este viernes de su marido con un mensaje en X, ante la imposibilidad de acudir al entierro, y le agradeció por los “26 años de felicidad absoluta” que tuvieron juntos.

“Gracias por 26 años de felicidad absoluta. E incluso durante los últimos tres años de felicidad (cuando Navalni estuvo en prisión). Por tu amor, por tu apoyo, por hacerme reír incluso desde la cárcel, por pensar siempre en mí”, escribió Naválnaya desde el exilio.

“No sé cómo vivir sin ti, pero intentaré que allí, arriba, seas feliz y estés orgulloso de mí”, agregó.

Yulia se mostró convencida de que volverá a ver a su marido “algún día”

Políticos y diplomáticos acuden al funeral

Entre las personalidades que acudieron a los funerales se encontraban Yevgueni Roizman, exacalde de la ciudad de Yekaterimburgo, en los Urales, así como algunos diplomáticos extranjeros, incluidos los embajadores de Estados Unidos, Alemania y Francia.

A la despedida de Navalni en una iglesia en el sureste de la capital rusa también se acercó Boris Nadezhdin, aspirante a la Presidencia rusa, vetado recientemente por la Comisión Electoral de este país.

“La gente tiene miedo, pero quiere superarlo”, dijo a EFE el político opositor.

Nadezhdin aseguró que la muerte de Navalni es “un suceso trágico para millones de rusos que le apoyaban”.

“Teníamos un objetivo en común, que la democracia triunfase en Rusia y que Rusia se convierta en un país normal”, aseguró.

Gran despliegue policial

La despedida de Navalni tuvo lugar entre estrictas medidas de seguridad y un despliegue policial sin precedentes en el barrio de Mariino.

Tanto junto al templo, donde estaba instalada la capilla ardiente, como en el cementerio, se instalaron vallas metálicas y un fuerte dispositivo policial.

Además, en las farolas del cementerio se colocaron múltiples cámaras de vigilancia y otros dispositivos que pueden servir como inhibidores de señal de internet y telefonía móvil.

Los miles de seguidores de Navalni esperaban pacientemente con flores en manos la llegada del féretro y cuando el cuerpo del político era introducido en la iglesia comenzaron a corear su nombre.