"Me subí en el carro y huí con mi familia" sobreviviente del terremoto

Siria.  Un vecino de la ciudad noroccidental siria de Alepo que pidió ser identificado sólo por su nombre de pila, Sako, aseguró que "muchos" edificios se derrumbaron en la urbe.

Esto es la capital comercial del país árabe, a causa de un terremoto de 7.7 grados ocurrido de madrugada con epicentro en Turquía.

"Estábamos durmiendo y de pronto toda la casa comenzó a temblar, vivo en un tercer piso y parecía que se estaba quebrando.

Salí corriendo de la cama, cogí a mi familia y apuramos hacia el coche; condujimos hacia el área de Villat, donde hay un descampado sin edificios, y nos quedamos allí toda la noche", relató.

En su huida, el hombre pudo comprobar que los inmuebles de su zona habían sufrido en general daños leves, al igual que el suyo, pero otras áreas de la ciudad no corrieron la misma suerte.

"Hoy pasé por el Zoco Al Hal y muchos edificios se habían derrumbado, gracias a Dios que sobrevivimos. En las calles se pueden ver piedras rotas caídas de los edificios", explicó.

Agregó que tres personas que conocía murieron en un edificio cercano a su casa.

Agencia

Según la agencia de noticias oficial siria SANA, el seísmo provocó el derrumbe de 46 edificios residenciales en Alepo.

"El terremoto se los llevó, ¿qué podemos hacer?", lamentó Sako con la calma de quien ha vivido casi doce años de guerra en Siria.

Alepo, capital de la provincia homónima y una de las urbes más populosas de Siria, además de un importante núcleo comercial del país árabe.

Fue escenario de una larga pugna entre las fuerzas gubernamentales sirias y los rebeldes entre 2012 y 2016, cuando fue retomada por Damasco.

Durante el pico del conflicto, la localidad estuvo dividida en dos partes: una controlada por las tropas leales al presidente sirio, Bachar al Asad, y otra por la oposición.

Además, fue escenario de algunos de los episodios más cruentos de la guerra iniciada a raíz de las revueltas populares que se desataron contra Damasco en 2011.

PÁNICO A OSCURAS

Otra vecina de Alepo que pidió el anonimato relató a EFE una vivencia muy similar a la de Sako, y explicó que el temblor les sorprendió a oscuras.

En medio del racionamiento de electricidad que se aplica en Siria debido a la escasez de combustible.

"Estábamos en casa durmiendo y de pronto el suelo al completo comenzó a temblar, dije 'Por favor, Señor, sálvanos, protégenos'. No había electricidad, no había amperios, no podíamos ver a dónde íbamos".

"Nos pusimos nerviosos y no sabíamos que hacer", sentenció la mujer.

Su hermano y su cuñada vinieron a recogerla con el coche, y juntos se trasladaron a un campo de fútbol, donde pasaron la noche bajo la lluvia con tan solo lo puesto como abrigo.

Según contó, a primera hora de la mañana regresaron a casa para coger más ropa y fue entonces cuando empezaron a conocer las consecuencias de lo ocurrido.

El piso de los vecinos de arriba había quedado "destruido por dentro", la mezquita y la iglesia de al lado "seriamente dañadas".

También su propia casa "es un desastre" y la de su hermano sufrió importantes desperfectos.

"Juro que duró tanto que pensé que el suelo se iba a abrir y tragarnos. Si hubiese durado unos segundos más, yo creo que estaríamos muertos", comentó la testigo.

Hasta el momento, el seísmo ha dejado 820 muertos y 2.315 heridos en territorio sirio, 430 de los fallecidos en zonas en manos del Gobierno sirio.

Así como también otros 390 en los últimos bastiones de la oposición en el noroeste del país, de acuerdo con datos oficiales y del grupo de rescatistas Cascos Blancos.

Fuente: EFE