Ciudad de México, (EFE)-.- El Gobierno de México anunció este lunes que donó 6 millones de dólares, a través de las Naciones Unidas, a las víctimas del mortal terremoto en Siria, que también afectó a Turquía y en el que han muerto más de 35.000 personas.
«Por instrucción del presidente (Andrés Manuel) López Obrador, México dona 6 millones de dólares, a través de la ONU, a las víctimas del sismo en Siria», expuso en un mensaje en Twitter el canciller mexicano, Marcelo Ebrard.
Minutos antes, en la rueda de prensa diaria del mandatario mexicano, Ebrard consideró el suceso como «el sismo más grave del que se tenga memoria en el último siglo» en la región.
«Nos ha instruido el señor presidente que, en lo relativo al apoyo a Siria, se establecieran contactos con la administración de la ONU y se ha dispuesto que México haga una donación de 6 millones de dólares, que se depositaran en cuanto nos den la cuenta bancaria», dijo el canciller.
Dicho depósito, adelantó, se efectuará este martes.
Según los últimos recuentos, los sismos han dejado al menos 3.575 muertos y 5.291 heridos en Siria, si bien tanto el Ministerio de Salud sirio como los rescatistas conocidos como Cascos Blancos, que lideran las labores de búsqueda en las regiones rebeldes, ya no están actualizando sus cifras con frecuencia.
Esta ayuda económica a Siria se suma a los 150 miembros de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), de la Secretaría de Marina (Semar) y de la Cruz Roja Mexicana especializados en búsqueda y rescate enviados por México para ayudar a las víctimas y afectados por los terremotos de Turquía, que ya han protagonizado varias operaciones satisfactorias.
El despliegue mexicano, que sigue sobre el terreno, está compuesto por células de servicio médico y de alimentación, además de contar con 35 expertos en búsqueda y rescate del Equipo de Respuesta Inmediata a Emergencias o Desastres (ERIED) (25 especialistas y 10 binomios canófilos) del Ejército, anunció la Cancillería la pasada semana.
Uno de los perros rescatistas mexicano, Proteo, falleció en la madrugada del domingo mientras ayudaba en la labor de búsqueda de supervivientes y fallecidos entre los escombros.
La sucesión de sismos en Turquía y Siria se dieron el pasado 6 de febrero y, tras una semana, suman ya 35.000 fallecidos y cerca de 85.000 heridos.