En la ceremonia de retiro de su icónico número 4 por las Águilas Cibaeñas, Miguel Tejada sorprendió a todos al dedicar palabras de agradecimiento al equipo rival, los Tigres del Licey.
En un gesto de humildad y reconocimiento, Tejada afirmó: “Sin el Licey, no hubiera aprendido a ser ganador”, resaltando la importancia de la competitividad y los aprendizajes adquiridos en los clásicos enfrentamientos entre ambos equipos.
El Estadio Cibao se llenó de emociones este sábado, ante el retiro del icónico número 4 de Miguel Tejada, conocido como “La Guagua”, por parte de las Águilas Cibaeñas.
Antes de la ceremonia, el legendario jugador compartió con la prensa sus sentimientos sobre este homenaje, destacando los momentos que marcaron su trayectoria y el vínculo especial que forjó con la fanaticada cibaeña.
Conmovido, Tejada recordó sus inicios en el equipo amarillo y expresó lo significativo que es este reconocimiento, debido a que nunca pensó que este día llegaría: «Muchísimos (emociones y sentimientos), primeramente, darle gracias a Dios por la oportunidad, por este momento, por este día.
Cuando llegué por primera vez a este estadio, a este pueblo de Santiago, nunca pensé que iba a llegar un día como este. Qué te puedo decir… venir de otro pueblo al Cibao y ser reconocido de esta manera es una bendición. La verdad que mi familia y yo estamos muy contentos».
Asimismo, destacó la grandeza que es para él poder estar con todos esos grandes números que jugaron también en el mismo terreno que él. “De verdad que me siento orgullosísimo, le doy gracias a Dios todos los días por estos momentos, estos momentos especiales, la verdad que pertenecer a una organización como las Águilas y ahora estar ahí en ese grupo es especial para mí”.
Jugar contra el Licey marcó su carrera
En sus palabras, Tejada destacó el impacto de las intensas series finales que disputó contra los Tigres del Licey, experiencias que definieron su carácter competitivo y lo prepararon para brillar en escenarios internacionales: “Yo creo que mi éxito fuera de aquí, de República Dominicana, fueron todas esas series finales que jugué en contra del Licey. Todas las series finales que jugué aquí, con este equipo, con todos los compañeros que tuve. Cómo aprendí a jugar, cómo aprendí a ser ganador. Yo creo que eso es lo que uno lleva a Grandes Ligas y, de verdad, aprendí a ser mejor bateador”.
Las rivalidades entre Águilas y Licey no solo encendieron los estadios de la liga dominicana, sino que también fueron el escenario donde Tejada consolidó su legado como uno de los jugadores más competitivos y apasionados.
Espera excompañeros asistan al evento
Tejada sostuvo que la ceremonia de retiro también sería un momento de reencuentro con antiguos compañeros y amigos cercanos. “Me tienen una sorpresa mis excompañeros. Sé que Alberto Castillo estará aquí, Tony Batista, esos fueron de los compañeros más apegados a mí. Ya aquí está Carlos Gómez. De verdad que de esos compañeros, el que no pueda venir, sé que su corazón estará contento».
Un legado para siempre
Con el retiro del número 4, Miguel Tejada deja un legado imborrable en el béisbol dominicano. Ahora, el número 4 se une al grupo de símbolos inmortales de las Águilas Cibaeñas, recordando a generaciones futuras el impacto de un jugador que, más allá de las estadísticas, encarnó el espíritu competitivo y la pasión que define al béisbol dominicano.
Este homenaje coloca a Tejada entre los grandes inmortales del béisbol dominicano que han tenido el privilegio de ver sus números retirados por las Águilas Cibaeñas, como Miguel Diloné, Luis Polonia y Stanley Javier.