El Ministerio de Salud, a través de su Departamento de Salud Mental, advirtió sobre el aumento de los juegos electrónicos por parte de niños de diez años, lo que representa una preocupación ya que además de la adicción, implica un problema económico debido a que el vicio lleva a usar las tarjetas de crédito de sus padres para comprar juegos.
Durante el acostumbrado conversatorio que realiza Salud Mental cada martes, en esta ocasión con el tema “Conductas adictivas” la doctora Ruth Santana, directora del Centro de Atención Integral a las Dependencias (CAIDEP), manifestó que, de igual manera, los adolescentes se muestran irritables fruto de la exposición a las plataformas electrónicas que les provoca trastorno del sueño y ansiedad, por tal razón inician a temprana edad a consumir sustancias como alcohol y drogas, entre estas la marihuana.
“Los reportes con relación a los juegos electrónicos son más frecuentes a partir de 12 años, pero ahora como efecto de la pandemia tenemos reportes de niños hasta los diez años que hacen uso de estas plataformas y esto es algo preocupante” dijo.
Explicó que la dependencia es una condición que predetermina al individuo a un acto compulsivo, más frecuente en hombres que en mujeres y en el caso de los menores, lo mejor conversar con ellos, establecer horarios, hacer dinámicas familiares, tener control con el uso de dispositivos para evitar conductas adictivas, porque es una adaptación neuro cerebral.
Ludopatía
La doctora Santa explicó que en el país los juegos de azar como las loterías, son más atractivos en las mujeres ya que el 60 por ciento de estas juega más que los hombres, aunque en menor proporción de dinero.
Pero indicó que los hombres apuestan más a los juegos deportivos, pero ambos entran en la categoría de Ludopatía (adicción patológica a los juegos de azar).
“Los juegos diarios de loterías y en bancas deportivas sí se consideran adicciones, así como los juegos electrónicos y hemos observado cómo ha bajado la edad para estos juegos que antes era en adolescentes a
Mientras que Elías Tejeda, coordinador del Clúster del Alcohol, aseguró que la dependencia del celular en los jóvenes afecta el sueño y produce problemas neurológicos. Por ello, es mejor que este aparato se mantenga a un lado para que los adolescentes puedan mantener un contacto directo con su familia y tener una mejor relación familiar.
¨No es bueno facilitar celulares a los niños para tranquilizarlos ya que se convierte en un estímulo adverso para el control de su comportamiento. La pandemia y el confinamiento aumentaron el uso de estos medios, lo que ha provocado daños a la salud, aumentando las visitas a los especialistas¨, expresó Tejeda.
El encuentro también contó con la participación de Caluz Polanco, coordinadora técnica.