Nelson Cruz dejó un legado inolvidable en su paso por los Mellizos

INTERNACIONAL.- Todo el mundo sabía que este día iba a llegar. Eso no lo hizo más fácil, ni para el propio jugador ni para una agradecida organización para la cual ha significado todo durante casi tres años.

El dominicano Nelson Cruz ya no es miembro de los Mellizos de Minnesota, luego de que fuese cambiado a los Rays de Tampa Bay la tarde del jueves, lo que significa que el clubhouse de Minnesota perdió a su mejor bateador y a su firme líder. Y aunque Cruz será ahora parte de la lucha por la postemporada que se esperaba en Minnesota esta temporada, igual sintió que estaba abandonando a su familia en las Ciudades Gemelas.

“Fue un shock”, dijo Cruz. “Yo no creo, incluso así estés esperando algo así, que puedas prepararte para esto. Me impactó cuando me lo dijeron y me golpeó cuando fui al clubhouse a ver a mis compañeros. Ahí fue que realmente me pegó. Fue algo bien emotivo.

“Es difícil dejar a tu familia atrás y en este caso, mudarte a un estadio diferente, irte a una organización diferente. Siento que ésta era mi familia y hemos pasado por muchas cosas estos años. Definitivamente, es algo que te rompe el corazón”.

Desde un punto de vista deportivo, no hay dudas de que éste era un movimiento que los Mellizos necesitaban hacer al no estar en pelea por los playoffs. Necesitaban pitcheo para poder competir en el 2022. A Minnesota le fue bien en ese sentido, al conseguir a un par de buenos abridores de Triple-A de los Rays: Los derechos Joe Ryan (puesto 10 en el ranking los prospectos de Tampa Bay) y Drew Strotman (Nro. 17), ambos casi listos para las Grandes Ligas. Los Mellizos también entregaron al derecho Calvin Faucher, quien estaba con Doble-A Wichita.

Pero desde un punto de vista más personal – para los jóvenes jugadores latinoamericanos en la organización, para el personal del clubhouse, la directiva y para todos aquellos que cruzaron caminos con Cruz luego de que firmara antes de la temporada 2019 – sigue siendo bien duro.

“Esto lo digo sin irrespetar a nadie más, pero puede que Nelson sea el mejor compañero de equipo que he visto en términos de la forma en la que hace su trabajo, la forma en la que acepta a los demás, la forma en la que nos ayudó a mejorar como directiva y con los trabajos de los coaches”, dijo el jefe del departamento de béisbol y vicepresidente ejecutivo de los Mellizos, Derek Falvey. “Este hombre es más que especial”.

Y eso es sin mencionar el impacto que tuvo Cruz en la parte gruesa de la alineación de Minnesota cuando el equipo ganó la División Central de la Liga Americana en el 2019 y el 2020.

Cruz encabezó al equipo en jonrones y OPS en cada una de sus tres campañas con los Mellizos. En 258 partidos con Minnesota, bateó .304/.386/.598 con 76 cuadrangulares y 45 dobles y jamás demostró su edad – ni siquiera cuando se desgarró un tendón en la muñeca izquierda que pudo haber puesto la carrera de otro jugador en peligro. Lo único que indicaba que tenía 41 años eran sus siestas antes de los partidos.

“Cuando veía a Nelson dormir, decía, ‘Es como si mi papá estuviese dormido ahora. No puedo hacer nada malo, porque se va a enojar’”, dijo el venezolano Luis Arráez. “Adoro a Nelson. Lo adoro. Es una gran parte de mi familia”.

Familia. Ésa es una palabra que se escucha con frecuencia – del mismo Cruz y de aquellos jugadores que se consideran suertudos de haber compartido un clubhouse con él en el Target Field.

Miguel Ángel Sanó también suele referirse a Cruz como su “papá”, ya que su compatriota lo ayudó a tener la mejor temporada de su carrera en el 2019 y continuó apoyándolo en el 2021. Cruz incluso invitó a Sanó al garaje de su casa para sesiones de bateo cuando era necesario. Sanó usó los pantalones de Cruz en el inicio de la serie ante los Angelinos para rendirle homenaje a su mentor.

Aun a estas alturas de su carrera, una familia es lo que Cruz halló en Minneapolis y eso fue lo que hizo su partida el jueves tan difícil.

“Ésta es una organización de primera categoría, de principio a fin”, dijo Cruz. “Desde los coaches, los medios, los preparadores físicos, los asistentes del clubhouse, la gerencia y hasta los muchachos que se encargan del terreno, definitivamente es un lugar agradable. Definitivamente, te hace sentir como parte de la familia, te hacer sentir cómodo y te hace luchar por la causa, por la ciudad”.

Por eso, Cruz está dispuesto a ponderar la posibilidad de regresar a Minneapolis una vez que su tiempo en Tampa Bay termine y él vuelva a la agencia libre. Y ahí vuelve a surgir la palabra “familia”.

“Definitivamente”, dijo Cruz. “Ésta es parte de mi familia. Tengo muchos amigos a los que quiero como familia. La ciudad. Todo lo que he vivido en los últimos tres años, me llegó al corazón. Lo acogí como mejor pude. Veremos qué pasa el próximo año”.

De cualquier manera, será difícil superar el legado que deja Cruz.

“Su legado por los Mellizos perdurará mucho después de que termine de jugar”, dijo Falvey. “No sé cuándo será eso. Quizás sea a los 50 [años] a estas alturas, pero durará para siempre”.