El próximo 15 de diciembre, Nueva York implementará una ley que prohíbe la venta de perros, gatos y conejos provenientes de criaderos comerciales, conocidos como puppy mills, señalados por activistas debido a las condiciones de maltrato animal que caracterizan estas prácticas.
A partir de esa fecha, las tiendas solo podrán ofrecer animales provenientes de refugios y grupos de rescate, una medida que busca promover la adopción responsable. Esta ley, firmada en 2021 por la gobernadora Kathy Hochul, ha sido aplaudida por defensores de los derechos de los animales.
Con esta decisión, Nueva York se une a más de 400 comunidades en 31 estados, incluyendo California, que en 2017 lideró la prohibición de estas ventas. Este avance busca reducir la explotación de los animales y garantizar un mejor trato hacia ellos.
Según la página de la Animal League Defense Fund, los animales de estas granjas de animales sufren crueldad y abandono extremos. Hacinados en jaulas pequeñas y sucias y privados de compañía y amor, las perras son obligadas a tener varias camadas cada año hasta que son demasiado mayores para reproducir. Cuando esto ocurre, suelen ser sacrificados o abandonados.
Las prohibiciones a la venta de estas mascotas ayudan a acabar con estas operaciones crueles al reducir la demanda de esos animales, indica la organización.
Las crías con fines comerciales suelen tener problemas congénitos por la mala crianza y pueden costarles a las familias miles de dólares en atención veterinaria y resultar en la muerte del animal.
En 1966 el Congreso aprobó la Ley de Bienestar Animal con los estándares mínimos de cuidados para perros y gatos y otros tipos de animales criados para la venta comercial, pero algunos criadores incurren en violaciones.
"Esta prohibición llega en buena hora para los animales que desesperadamente buscan buenos hogares en los saturados refugios de Nueva York. Muchos albergues los están rechazando, dejando a los más vulnerables sin lugar a donde ir, todo para no tener que aplicarles la eutanasia y poder anunciar altas 'tasas de salvación'", dijo a EFE Rachel Bellis, directora de Asuntos Locales de PETA (Personas para el Trato Justo de Animales), que calificó de "sensata y compasiva" la nueva ley.
Según datos de la Human Society, 500,000 perros son mantenidos únicamente con fines de reproducción en las 10,000 granjas de animales que se estima hay en EE.UU. y que 2.6 millones de cachorros son vendidos cada año producto de estas granjas.
"Esta prohibición de venta de mascotas ayudará a poner fin a la peligrosa cadena de tiendas de mascotas que pone en peligro a las mascotas y les cuesta a los neoyorquinos miles de dólares en atención veterinaria", indicó la fiscal general del estado al anunciar la puesta en vigor de la nueva ley.