El Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones(MOPC) dejó iniciada la construcción del puente sobre río Duey y otras obras por valor 383 millones de pesos en la provincia La Altagracia.
La construcción incluye una carretera, un nuevo puente, y muros de gaviones.
El MOPC junto a autoridades de la provincia, dejaron iniciados los trabajos del nuevo puente sobre el arroyo Yauya, con una inversión de 40 millones de pesos, y que era una obra reclamada por distintas comunidades de la zona.
El puente a construir comunica la carretera las comunidades de La Otra Banda-Cruz del Isleño, El Salado, Macao y Nisibón. Esa estructura había colapsado a causa de las lluvias registradas en octubre pasado.
La vieja estructura, que tiene más de 50 años de construida, no dispone de paseo peatonal, por lo cual las personas que a diario tienen que desplazarse por allí tienen que arriesgar sus vidas.
El viceministro de Coordinación Regional, Luis Germán Bastardo, dijo que con la construcción del nuevo puente se busca mejorar la comunicación e incentivar la productividad y desarrollo entre las comunidades que enlaza.
“El puente a construir será de hormigón armado y vigas metálicas, mientras las bases de los aproches serán conformadas por un material granular triturado de 0.40 metros de espesor, e incluirá una carpeta de rodadura de dos pulgadas de espesor de hormigón asfáltico”, explicó.
Bastardo informó además que el MOPC iniciará los trabajos de construcción de la carretera Lavacama, por un monto de 97 millones de pesos, así como la construcción de los muros de gaviones del puente Pedro Livio Cedeño, sobre el río Duey, por un monto de 246 millones de pesos.
“Por esta zona cada día transitan cientos de turistas que disfrutan del turismo ecológico, cabalgan por las montañas y visitan las siembras de cacao y de otros productos agropecuarios”, afirmó.
El distrito municipal de Nisibón, ubicado a 20 kilómetros de Bávaro, tiene un fértil valle considerado entre los primeros lugares en producción de leche a nivel nacional, muy a pesar de las constantes sequías, que han reducido la rentabilidad del ganado de doble propósito.