La Organización Mundial de la Salud (OMS) evaluó como “alto” el riesgo sanitario en América debido al virus del oropouche, causante de una enfermedad similar al dengue y la chikungunya, de la cual se han confirmado más de 11,000 casos en la región en lo que va del año.
Desde la última evaluación sobre la enfermedad en agosto, se han registrado casos en tres nuevos países de la región: Ecuador, Panamá y Guyana, así como en Estados Unidos, Canadá y tres naciones europeas. Sin embargo, el riesgo a nivel global se mantiene bajo, según el nuevo informe de la agencia sanitaria de las Naciones Unidas.
Además de los países mencionados, este año también se han registrado infecciones en Bolivia (356 casos), Brasil (9,563), Colombia (74), Cuba (603) y Perú (936), así como en las Islas Caimán, destacó la organización con sede en Ginebra.
La OMS insta a los países en riesgo a fortalecer la vigilancia epidemiológica y reforzar las medidas preventivas en la población para reducir la expansión geográfica del virus.
Las mujeres embarazadas y los recién nacidos se encuentran entre los grupos más vulnerables a esta infección, que también podría afectar a los fetos durante la gestación, advirtió la agencia.
Los casos registrados en Europa, aparentemente importados de personas provenientes de países americanos afectados, se han diagnosticado en España (21), Alemania (tres) e Italia (seis).
El oropouche es una enfermedad arboviral causada por el virus del mismo nombre, que circula en América del Sur, Central y el Caribe, y es transmitida principalmente por la picadura del mosquito Culicoides paraensis y especies similares, que se encuentran en zonas boscosas y acuáticas.
Los síntomas de la enfermedad son similares a los del dengue, e incluyen fiebre, dolores de cabeza intensos, rigidez articular, náuseas y vómitos. Muchos de los pacientes se recuperan en aproximadamente una semana, aunque en algunos casos la enfermedad puede prolongarse más tiempo y, de manera inusual, llegar a desarrollar formas graves de meningitis.
Por el momento, no existen tratamientos antivirales ni vacunas contra la enfermedad, señaló la OMS, que desaconsejó imponer restricciones de viaje desde o hacia los países afectados.