Operación Fénix 2.0

Un expresidente haitiano aseguraba que para poner de acuerdo a tres de sus compatriotas “hay que matar a dos de ellos”, lo que nos remite a nuestros partidos de izquierda que, infiltrados por la CIA, la KGB y/o el DNI cubano, de tanto dividirse… desaparecieron, al punto de que el Partido Comunista del Trabajo (PCT), por alguna extraña razón ¿?se entregó sin rubor a los brazos de macho alfa del profesor Leonel Fernández. Fruto de esa extraña fusión, la Fuerza del Pueblo tan conservador que ni siquiera apoya las tres causales- tiene ahora la cínica obligación de iniciar sus actos cantando el Himno a los Héroes del 14 de Junio. ¡Que Dios o Marx le perdonen!

La historia política de nuestro país es la crónica en gris de la división de nuestros partidos como un cáncer de metástasis incontrolable. En el caso de la partidocracia reinante, digamos que en la actualidad, el principal desafío del PRM, además de apoyar a su gobierno, es lograr controlar a tanto aspirante presidencial a destiempo, lo que, junto a algunos errores ha generado en la ciudadanía la percepción de que este es un gobierno viejo, teniendo apenas tres meses. Ante tal escenario, Luis Abinader tiene la encomienda de liderar para controlar las legítimas aspiraciones presidenciales de sus compañeros. Legítimas sí, ¡pero no a tres años y medio de las elecciones! Si el PRM quiere seguir siendo gobierno más allá de 2028, tendrá que hacer “Un alto en el camino” y no aquel de “El hermano Pablo” en aquella Radio Santa María de mis nostalgias cibaeñas.

Leonel y Danilo, dueño cada uno de su personal franquicia, tienen también sus tareas. La del PLD es renovarse para el futuro mientras es dirigido con mano dura por el pasado. Mientras la Fuerza del Pueblo, -(que trabaja muy bien la imagen de Omar Fernández “para por si acaso”), tiene el desafío de disminuir la alta tasa de rechazo electoral (siempre superior al 30%) de Fernández. Para lograrlo, acaba de iniciar una campaña de comunicación política y estratégica de alto nivel y con las mejores luces.

Apoyar el Encuentro propuesto por este diario, y trabajar mediáticamente para generar la percepción en la ciudadanía de que en lo político será un pacto entre Luis Abinader y Leonel Fernández, sin Danilo Medina, posiblemente sea el primer paso de la que, en plan Ministerio Público, podríamos denominar Operación Fénix 2.0.

El bulevar de la vida
Pablo McKinney