Era 1980 cuando Tōru Iwatani, diseñador de videojuegos de la compañía Namco, visitó una pizzería para hacerse con un deseado trozo de este popular plato. Mientras lo comía, su imaginación se disparó e imaginó el famoso icono que caracteriza a este juego.
Pronto comenzó a desarrollar la idea y, junto a la compañía para la que trabajaba, desarrolló el que se convertiría en uno de los videojuegos más revolucionarios y legendarios de la historia. Un 22 de mayo de 1980, nació Pac-Man en la primera máquina recreativa instalada en Shibuya (Japón). Se trataba de comer el mayor número de puntos mientras huyes de los fantasmas, quienes te persiguen para alcanzarte.
Tal fue su éxito que la compañía Midway Games acabó comprando su distribución en el mercado estadounidense. Nadie podía desconocer este tan popular videojuego. Y es que tan solo bastó con llegar a diciembre de 1981 para escuchar la primera canción dedicada a este exitoso entretenimiento: Pac-Man Fever, o, mejor dicho, La fiebre de Pac-Man.
Los autores de este tema fueron Buckner & Garcia, el popular dúo estadounidense. Jerry y Gary, los integrantes de este dúo, utilizaron la melodía principal del videojuego como base para regalarnos unos sonidos del pop rock muy innovadores. Su letra, por supuesto, habla de esa obsesión que todos sentían por este videojuego que había irrumpido de forma inesperada en sus vidas. Lo mejor de todo es que esta canción formó parte del álbum de este dúo, que recibió este mismo título.
Pac-Man Fever alcanzó el número 9 de la lista de Billboard Hot 100 tan solo unos meses después de su lanzamiento. Buckner & Garcia vendieron millones de copias de este sencillo que acabó recibiendo una larga lista de certificaciones.
Y es que, ¿acaso hay alguien en la faz de la Tierra que no recuerde al muñeco amarillo haciéndose con todos los puntos de su mapa? No solo estamos ante uno de los personajes pop más emblemáticos de la historia, sino además de la principal inspiración de algunos himnos musicales que nos hicieron vibrar en décadas anteriores. ¡Felices 40 años, Pac-Man!